Bonifacio Cañibano*
En los peores momentos de su cáncer leyó a Fritjof Capra (un físico de la Universidad de Viena que estudia la interrelación de la física con el misticismo oriental), pero a Hugo Chávez lo que le gustaba leer era la historia.
Dicen los que lo conocían que es una de esas personas que se llevan prestados libros de las casas de sus amigos y nunca los devuelven. Su curiosidad por la historia le viene de pequeño, de cuando se sentaba en la primera fila de la escuela de su pueblo presidida por dos retratos: el del general Zamora, alias “Cara de cuchillo” y el de Simón Bolívar.
La escuela de Sabaneta (estado de Barinas), el pueblo en el que nació en 1954, no era mucho mejor que el resto de las casas de la aldea, desperdigadas en tres calles polvorientas, con techos de palma y suelo de tierra. Allí vivió durante toda su infancia, en la casa de su abuela Rosa Inés, junto con su hermano mayor, Adán. Sus padres, maestros de primaria, vivían en otra casa cercana. Los 300 bolívares que ganaban al mes no eran suficientes para alimentar a sus hijos. Llegaron a tener seis y Hugo fue el segundo; su madre tenía 19 años cuando nació Hugo y recuerda que ese parto no fue difícil en aquella madrugada del 28 de julio.
Pobre de solemnidad, vendía en los recreos de la escuela y en el pueblo “arañas de lechosa”, un dulce hecho con papaya que preparaba su abuela. Chávez era mestizo, como la mayoría de la gente de Venezuela; su padre es negro, su madre blanca y su abuela Rosa Inés descendiente de los indios del llano.
Los genes blancos le vienen de su bisabuelo Pedro Pérez Delgado, conocido por “Maisanta”, que tuvo una vida de película. A los 16 años mató a un coronel que había dejado embarazada a su hermana y se pasó media vida huyendo hasta que se reenganchó en la guerrilla. Le llamaban “Maisanta” porque cuando cargaba contra sus enemigos iba gritando “Madre santa... ¡ayúdame!”. El apellido Chávez lo heredó de su bisabuela, con la que “Maisanta”, que tuvo otros muchos hijos desconocidos, nunca se casó.
La enseñanza media la cursó en la ciudad de Barinas, gracias a que le acogió en su casa su tío Marcos, el único hermano de su padre. De allí salió para matricularse en la Academia Militar de Caracas.
*Público