Bien que esta banda se hubiese podido llamar “Ocho Mujeres”. Acaso porque el director François Ozon reunió en un mismo proyecto a un verdadero seleccionado de actrices francesas. Y porque este grupo, a su manera es un fabuloso seleccionado también; no sólo el de “ocho mujeres veinteañeras” con un talento musical brutal, sino una pequeña babel de chicas de toda la provincia. Y si no, veamos. Daiana Cativelli (voz, guitarra y percusión) es villamariense, Daniela Benvenuto (coros y clarinete) de Justiniano Posse, Romina Viotti (voz y congas) de Las Varillas, Carla Odri (flauta traversa) de Quilino, Eliana Costa (timbaletas y accesorios) de General Cabrera, Marianela Chiabrando (bajo) de Hernando, Marianita Bono (teclados) bellvillense y Cecilia Briggs (percusión y coros) aunque sanjuanina, ya fue “adoptada” por Monte Buey, el pueblo en donde dirige el coro. En una palabra, las chicas nada tienen que envidiarle a las liberales actrices francesas. Pero no se llamaron así mismas “Ocho Mujeres”, ya que no les interesa contabilizar ejemplares de un mismo género, sino una alquimia más delicada y más potente: la de convertir un auditorio en aplanadora sonora tan contundente como irresistible. De ahí que esta selección “arrase como topadora” por los escenarios.
Tango de mujeres con ritmos del Caribe
Pero dejemos que sean las propias “topadoras” (la mitad de todo el elenco en esta candente mañana de marzo) quienes comenten la propuesta de la banda. “Lo nuestro es cumbia colombiana con letras de desamor, pero cantadas desde la óptica femenina -comenta Daiana- Queremos decir cosas que las mujeres no se animan a decir, queremos ser voceras de lo que nos pasa”.
“En nuestras canciones hablamos de donjuanes o de hombres gatos -explica Romina- títulos que los hombres nos aplican a nosotras, pero que ellos se niegan a aceptar. Algunos se molestan cuando nos escuchan, pero la mayoría se reconoce en lo que cantamos y se ríe, que es lo que queremos. Más allá de eso, lo importante es que desde la música, estamos dando una opinión desde la mujer, de cómo vive el amor”.
Ante la pregunta inevitable de las penas tangueras en registro femenino, Daiana se apura a despejar dudas. “Queremos aclarar que no somos despechadas para nada, pero que hemos sufrido por los hombres del mismo modo que ellos han sufrido por las mujeres. Pero lo nuestro no es trágico. Hemos estado tristes, pero ya no”.
Y a tal punto hay energía positiva en la propuesta de las chicas que, al decir de Romina “cuando tocamos en vivo se genera una cuestión de humor y de teatro; incluso nos loockeamos de manera graciosa para salir a escena. Lo nuestro tiene que ver con la alegría y no con el bardo”.
La pregunta es ¿por qué “cumbia colombiana” y no Gilda o cumbia argentina?
“Porque la idea es hacer música bailable para divertirnos y no caer en algo de baja calidad como la cumbia villera, que degrada a la mujer -responde Daiana-. Además, este grupo arrancó haciendo cumbia colombiana en una cátedra de percusión de la facu. Eso nos unió y fue el disparador para armar la banda. Y hemos respetado el estilo. ¡También te quiero aclarar que nos encanta Gilda! (risas)”.
Sin embargo, más allá del reconocimiento a la “cumbiera santa”, las chicas destacan entre sus principales referentes a la mexicana Lila Downs, las colombianas Totó la Momposina y Marta Gómez y a la peruana Eva Ayllón.
“Queríamos que en el grupo fueran todas mujeres, no por discriminar a los hombres, sino porque no hay otra propuesta así. No somos para nada feministas”, explica Daiana.
Por último, Daniela, flamante incorporación del grupo en remplazo de Eugenia Lauría, se refiere al método de composición de las canciones. “No hay una letrista. Cada una trae una idea y lo terminamos de armar entre todas y eso es fabuloso porque nuestro grupo es un espacio de verdadera libertad”. A lo que Daiana agrega “en un futuro no muy lejano queremos hacer todos temas nuestros, dejar los covers sólo para las fiestas”.
En lo que a fiestas se refiere, en su primer año de existencia el grupo no ha parado de tocar. A tal punto que, al decir de Daiana “fue todo muy rápido y nos superaron las contrataciones. El (0353) 154273069 no paró de sonar!!!” (risas). Fiestas de pueblos, eventos de fin de año de las empresas, lugares como General Cabrera, Justiniano Posse o el Uruguay. En todas “Arrasa como topadora” dijo presente (la próxima fecha es el 19 de marzo en las Patronales de Hernando).
“A veces no tenemos tiempo de juntarnos y es más lo que tocamos en vivo que lo que ensayamos”, explica Cecilia. Y como si esta declaración fuera una premonición, las chicas salen al balcón en cuyo tendedero cuelgan (como corresponde a una casa de mujeres) bombachas a lunares y fantásticos corpiños armados. Y en ese escenario improvisado, nadie sabrá si lo que hacen es ensayar o tocar en vivo. Sólo puede decirse que la canción que tocan suena endemoniadamente bien. Una versión “power” y a la vez delicada de un clásico centroamericano con voz de mujer. Cuando a un tango lo cantan cuatro jovencitas que además adoran la fusión de los ritmos y los sentimientos, la bruma del Riachuelo se vuelve luz, y la pena del arrabal un inesperado modo de alegría.
Iván Wielikosielek