Con la daga del “resultadismo” merodeando su cuello, Alumni parece atravesar un momento complicado por su falta de concreciones, aun después de mostrar hidalgía y buen juego en varios de los últimos partidos que disputó.
Al equipo de Héctor Arzubialde, está visto, no le alcanza con jugar bien. Y así quedó demostrado el domingo, en Santiago del Estero, por eso continúa penando por no caer en descenso directo y contando los partidos que quedan (5) para desatar su destino.
“Es una realidad; el equipo tuvo posesión durante gran parte del primer tiempo, pero si no concreta las situaciones que se presentan, es muy difícil sumar”, reconoció el propio entrenador después del partido. Y así también lo indicaron los jugadores, que salieron cabizbajos, aunque con “certeza” de haber “merecido un poco más”.
Es cierto que el equipo plasmó sacrificio y, en proporción, manejó más la pelota y generó mayores ocasiones de gol, pero la ansiedad le pasó factura y ayer llegó desde Santiago del Estero con las manos vacías y con la amargura que se aumentó a seis puntos la ventaja con el antepenúltimo, Guaraní Antonio Franco.
De esta manera, hoy Alumni estaría jugando una reválida para no descender, como le pasó en los últimos campeonatos, más allá que debe seguir pugnando por zafar de la caída directa al Argentino B, algo que por ahora padece Racing de Córdoba, que debe visitar a Guaraní el próximo fin de semana.
“Es una situación difícil; yo estoy conforme con lo que dejó el equipo en la cancha y con la actitud que tuvo para ir a buscar el partido, pero seguimos cometiendo errores que nos llevan a perder”, indicó Arzubialde.
En medio de esto, el plantel padece por las bajas: la ausencia de Víctor Rena le quita poderío en el juego aéreo (algo que sufrió el equipo ante los santiagueños, que marcaron por esa vía); además se extrañó el desequilibrio que suele marcar Santiago Aloi en el ataque. Y Matías Espíndola no tuvo un buen debut como para sustituir de la mejor manera a Walter Cuevas en la delantera. Ahí se resalta que al “Fortinero” no le sobra nada, al contrario, aunque su situación va más allá de algún lesionado.
“Volvimos a cometer distracciones y después no tuvimos precisión para convertir lo que generamos”, reconocieron los jugadores tras la derrota del domingo.
El tema pasa por cómo salir de la mala, sobre todo cuando juega como visitante, condición en la que sólo pudo sumar un punto en el año (ante Racing, en Córdoba).
Ahora vendrá otra historia. Alumni debe recibir a Tiro Federal de Rosario y volver a ganar en Plaza Ocampo, como lo hizo en su última presentación.
“Tenemos que pensar en el próximo partido y no quedarnos porque esto es fecha tras fecha”, sostuvo Arzubialde, que espera poder contar con Cuevas para el duelo ante los rosarinos.
Mientras, desde la otra vereda, los jugadores de Central Córdoba coincidieron en una frase que hoy impera en todo el fútbol (lamentablemente): “Había que ganar, de cualquier manera”, expresaron. Y la realidad así lo muestra dentro de un torneo que entró en etapa de definiciones.
Alumni, con problemas en los arcos (para defender el suyo y lastimar en el contrario), sabe que esta realidad es insoslayable, aunque rescate algunas cuestiones interesantes en su juego.
“De nada sirve jugar bien si no ganamos; la situación es difícil”, admitieron varios jugadores del equipo villamariense tras el encuentro del domingo. Habrá que ver si, en los próximos cinco partidos, la situación es diferente o todo sigue en veremos.
La frase:
"Ante Tiro Federal necesitamos a toda la gente de Villa María en la cancha porque es un momento difícil y si queremos mantener la plaza la gente nos tiene que ayudar también. Es el momento para estar todos juntos y para pelear hasta el final. Yo sigo confiando en estos jugadores".
Héctor Arzubialde, en referencia al próximo partido de Alumni en Plaza Ocampo