El reciente fallecimiento del presidente venezolano Hugo Chávez generó conmoción en Latinoamérica y en nuestro país por distintas cuestiones. Para pensar sobre el escenario actual, ya sin el referente democrático bolivariano, EL DIARIO diálogo con el villamariense Marcelo Panero, quien es docente en la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y en las casas de altos estudios de las universidades San Martín y General Sarmiento.
“Es una ocasión para reflexionar sobre algunas cosas, con ciertas precauciones, porque uno no es especialista en Venezuela y, en segundo lugar, me resulta difícil separar el tema de las discusiones actuales en la Argentina y, además, son discusiones políticas similares que se repiten en distintos lugares de Latinoamérica”, destacó.
Con respecto al fallecimiento de Chávez, afirmó: “Creo que pocas personas pueden provocar tanta repercusión y tanto impacto, ya sea por el odio o fervor que generan”.
Y subrayó: “Fue impresionante ver la cantidad de gente que acompañó en el funeral, a mí me hizo recordar mucho a la muerte de Kirchner. Chávez es una persona que indudablemente ha marcado una época en Venezuela, Latinoamérica y, en algunos casos, más allá del bloque regional”.
Saludable
Panero rescató un “gesto saludable” de la clase política argentina. “Me parece que algo ha aprendido en la cultura política argentina, porque vi muy poco o nada de manifestaciones de alegría o chicaneos baratos por la muerte del presidente venezolano”, indicó.
Sobre los tipos de gobiernos casi equivalentes en varios países del Cono Sur, reflexionó: “No creo que los procesos políticos sean fruto de un designio personal; me parece que el proceso político venezolano y latinoamericano de los últimos 14, 15 años permite sacar varias conclusiones”.
Y puntualizó: “Pensemos que hace 10 años no había márgenes de acción de los países sudamericanos, respecto a diferenciarse de las grandes políticas mundiales, llamémosle Estados Unidos, Europa. La decidida intervención de Chávez y otros países de la región impidió eso, que antes no era tan simple de rebatir”.
En este sentido, añadió: “Eso muestra que actualmente los países sudamericanos tienen margen de acción y nadie está pensando en una política autónoma cerrada y tampoco de que ‘estamos aislados del mundo’; la opción no es estar aislado o integrado, porque es imposible estar aislado, la pregunta es por el tipo de integración que puede lograrse, donde cada país y el bloque deben ser conscientes de los límites, las posibilidades, objetivos, puntos fuertes y débiles”.
En esta línea, aseveró que “tanto Lula da Silva como Tabaré Vásquez, Evo Morales, Néstor Kirchner y Hugo Chávez demostraron que articulándose pueden integrarse al mundo de una manera distinta y no de una manera subordinada y callada”.
Legado
El “segundo legado” enunciado por el académico local es “que los liderazgos políticos son queridos y logran el acompañamiento del pueblo cuando se producen mejoras; no sólo económicas, sino también simbólicas. Según los números de Venezuela, se ha mejorado notoriamente la calidad de vida de la población. Y eso claramente se ve en las manifestaciones de apoyo, por lo cual se rompe esa idea de que los políticos son una casta escindida de la población que pretende engañarla, manipularla y perjudicarla”.
Continuando con los acontecimientos de estos días, dijo: “Me quedé con una frase que leí en estos días, donde un ciudadano venezolano decía que además de dolido por la muerte de Chávez, estaba muy triste porque éste los había sacado de la invisibilidad, que no es sólo darles algún beneficio, sino que es darles entidad, escucharlos y darles voz. Estos actores en el modelo neoliberal estaban marginados, descartados e invisibilizados”.
En tanto, Panero hizo una observación sobre los modelos de gobierno contemporáneos en Sudamérica. “Este proceso tiene errores, contradicciones, marchas atrás y cosas que pueden no gustar, estéticas que para la clase media pueden ser bastante chocantes o a las que estábamos desacostumbrados, pero lo que sí uno no puede ignorar, son las transformaciones que se han operado porque los procesos son largos”.
Lo que podría venir
El docente universitario trajo el interrogante sobre qué pasará cuando no estén más las figuras políticas del momento en el Cono Sur y sobre el futuro institucional en Venezuela. “Maduro adquiere poder porque Chávez lo bendijo. En este caso y otros se ven figuras políticas sin un gran peso propio, pero sí con un poder político delegado. El desafío es que estos modelos se institucionalicen”.
Siguiendo con esta cuestión del “poder político delegado” se refirió a nuestro país. “La Argentina lo tiene que decidir en poco tiempo, como así también otros países de Sudamérica. Brasil lo resolvió hace unos años cuando Lula ungió a una de sus ministras (Dilma Rousseff, actual presidenta).
Guillermo Bovo