Un joven villamariense fue condenado ayer a tres años de prisión, luego de que confesara haber intervenido en tres asaltos a mano armada a mediados de 2012.
Martín Berruezo, alias “Tincho”, de 21 años de edad, fue declarado autor responsable de “robo calificado reiterado” al cabo de un juicio de trámite abreviado en el que reconoció su participación en los hechos perpetrados en un comercio mayorista de productos de almacén y en una heladería, la que fue asaltada dos veces en tan sólo 10 días.
“Maldita droga” fueron las primeras palabras del fiscal de Cámara, Francisco Márquez, al pronunciar su alegato, con lo cual aludió explícitamente a la adicción que padece Berruezo, que lo llevó a delinquir nada menos que tres veces en apenas 15 días.
En efecto, el primero de los robos fue cometido al caer la noche del 26 de junio en el comercio conocido como “Los Sanjuaninos”, ubicado en la esquina de bulevar Sarmiento y Viamonte, de donde el joven delincuente sustrajo 500 pesos en efectivo luego de amenazar a Dolores Ortega con un arma de fuego que nunca fue hallada.
Cinco días más tarde, el 1 de julio alrededor de las 21, Berruezo ingresó a la heladería “Grido” situada en Sarmiento 1819 y tras encañonar a los empleados Rocío Carrera y Agustín Fernández, se apoderó de 300 pesos que había en la caja registradora y se dio a la fuga.
Lo sorprendente de la seguidilla de asaltos es que, apenas 10 días después, Berruezo volvió a la misma heladería para consumar un nuevo robo. Fue el 11 de julio, a eso de las 19, cuando nuevamente portando un arma de fuego que no pudo ser encontrada, irrumpió en el local para amenazar al ya mencionado Fernández y desapoderarlo de otros 600 pesos, producto de la recaudación del día.
El joven ladrón fue detenido en noviembre pasado y como se trata de un convicto primario podrá acceder al beneficio de la “libertad condicional” cuando complete ocho meses entre rejas, es decir, en julio próximo. Sin embargo, la Justicia evaluará oportunamente si está en condiciones de reinsertarse socialmente.
Finalmente, cabe agregar que el juicio fue presidido por la camarista Silvia Saslavsky de Camandone y, además del fiscal Márquez, intervinieron en la audiencia de debate el abogado villanovense Jorge Bustos y el secretario Roberto Jue.
Bajo sospecha
Martín Berruezo nació en Villa María el 29 de agosto de 1991 (en 15 días cumplirá 22 años) y su nombre alcanzó notoriedad pública hace casi dos años, a raíz del presunto suicidio de una joven.
Se trata del confuso episodio en el que murió Luisina “Lichi” Barrera, de 26 años, quien apareció ahorcada el 21 de marzo de 2011 en el departamento que ocupaba en calle Catamarca al 700.
Según contó a EL DIARIO la madre de la joven, Viviana Sánchez, en una entrevista publicada a fines de setiembre pasado, “Luisina se descompuso luego de consumir drogas junto a su ex novio, Rodrigo Zamora, y a una pareja amiga de ambos, Valeria Romero y Martín Berruezo”.
“Como no pudieron reanimarla, entre los tres la colgaron para hacer pasar su muerte como un suicidio”, aseguró Sánchez al relatar los pormenores del trágico episodio.
Sánchez aclaró entonces que la grave acusación contra Zamora, Romero y Berruezo fue consecuencia de una serie de averiguaciones que ella misma hizo desde poco después de la muerte de “Lichi”.
“El fin de semana siguiente al hecho, los tres anduvieron contando cómo habían sucedido las cosas... por eso ellos saben muy bien lo que pasó; así fue que nos enteramos de que estaban consumiendo drogas y que la invitaron a Lichi a aspirar (cocaína), pero al principio ella no quiso”, relató la mujer.
Señaló que tras insistirle varias veces, Barrera aceptó consumir “y fue entonces cuando se descompuso; ellos la llevaron al baño para tratar de reanimarla, pero como no pudieron, entre los tres la colgaron para hacer pasar su muerte como un suicidio”.