Pablo Chavarría tuvo un año soñado. Debutó en la primera de Belgrano y cuando se jugó el clásico contra Talleres, en un Chateau Carreras colmado de hinchas "piratas", marcó el gol de su equipo, que terminó empatando 1 a 1.
Pero vamos a empezar repasando la historia de este chico de Las Perdices, hincha de Boca, que está a punto de cumplir 21 años (el próximo 2 de enero).
De pequeño se hizo amigo del gol y de las canchas, cuando a los 3 años empezó a jugar en los torneos infantiles para Acción Juvenil de General Deheza, donde estuvo hasta los 8.
Después, comenzó a transitar las temporadas oficiales del baby fútbol jugando para el club de su pueblo, San Lorenzo, donde continuó en todas las inferiores cuando se despidió de las canchas chicas.
"El baby me sirvió muchísimo y me dejó muchas enseñanzas, porque es realmente la escuela primaria que nunca se olvida", recordó Pablo, que en una sola temporada marcó 85 goles, integrando los planteles de las clases 1988 y 1987.
También supo vestir las camisetas de otros clubes de baby en torneos especiales, pasó por River de Villa María y cuando tenía apenas 14 años viajó a Francia para probarse internacionalmente.
"Fui por 15 días con un representante al club Sochaux de Mombalier y pasé la prueba. Volví a la Argentina con intenciones de retornar al tiempo para comenzar a jugar, pero me arrepentí y me quedé aquí; extrañaba mucho en esos pocos días que estuve", reconoció.
Con 15 años, debutó luego en la primera división de San Lorenzo de Las Perdices, donde jugó seis meses.
Después llegaría su actual destino. En el año 2003 viajó a Córdoba con el bolso lleno de ilusiones, para incorporarse a las divisiones inferiores de Belgrano.
Pasó por todas las divisiones inferiores del club cordobés, siempre marcando goles, hasta que este año llegó su oportunidad.
"A comienzos de año me llamaron para hacer la pretemporada con la primera y entonces viajé con la delegación. Pero no me fue muy bien porque tuve rotura de ligamentos y estuve parado seis meses."
En julio se produjo el retorno y en agosto hizo su debut oficial en la primera del popular club cordobés. Fue contra Chacarita en la cancha de Belgrano e ingresó en el segundo tiempo. El equipo de Buenos Aires se llevó la victoria (1-0).
Desde entonces, jugó 11 encuentros como titular y en tres estuvo en el banco de suplentes. Marcó tres goles, uno a Aldosivi de Mar del Plata, otro a San Martín de San Juan y el más resonante, nada menos que a Talleres.
"El gol que le hice a Talleres fue el gol soñado", resaltó el juvenil delantero. "Soy de chico hincha de Boca, pero con el tiempo uno se va haciendo hincha de Belgrano, desde la pensión donde estuve cuatro años, porque esta camiseta se siente con mucha pasión."
Pablo está de vacaciones y accedió al diálogo con SEMILLERO ayer a la tarde y luego iba a ver a su madre Nancy, que se recuperaba de una cirugía. "Mi deseo es que se recupere pronto y si un beso le viene bien, le mando uno enorme."
Hijo de Luis Chavarría, hombre de fútbol, Pablo tiene cuatro hermanos: Romina (24), Melani (19), Matías (14) y Ayelén (12).
Matías, que jugó en el baby fútbol para All Boys, está en la novena de Belgrano y quiere seguir los pasos de su hermano. "Anda bien y le tengo mucha fe."
El 5 de enero Pablo debe presentarse en el club y desde el 14 en adelante hará la pretemporada en Necochea. Hoy no piensa en otra cosa vinculada al fútbol que no sea Belgrano. Quiere hacer una buena pretemporada y después empezar a pelear el puesto con nombres fuertes de delanteros que tiene Belgrano: Bustos, Cuevas, Manicero y Soriano, entre otros.
En Belgrano juega otro chico de la zona, que por el tiempo que integra los planteles del club puede decirse que está más afianzado: Diego Novaretti, de La Palestina. "Me llevo bien con todos mis compañeros, pero con Diego es con el que mejor me llevo."