Es­cri­be: Juan Manuel Gorno

En la difícil misión de salvarse del descenso, Alumni cumplió anoche con la premisa de “hacerse fuerte en casa” y recompuso una imagen ganadora fundamental en estos momentos de definiciones. 

En Plaza Ocampo, el equipo villamariense supo encontrar la efectividad que le faltó en otros partidos para vencer 2 a 0 a Tiro Federal, un resultado que lo alejó del último (Racing de Córdoba) y le devolvió el alma al cuerpo después de dos derrotas consecutivas.

Precisamente, las caídas que arrastraba sobre sus espaldas parecían estigmas difíciles de borrar porque el equipo no reflejaba en los arcos lo que amenazaba en el resto del campo de juego. Pero esta vez, la historia fue diferente porque, aún cuando no jugó bien, encontró la apertura del marcador y justificó finalmente la victoria después que Tiro se quedó con un hombre menos, por la infantil expulsión del delantero Ezequiel Lazos.

Importante para Alumni fue que, a pesar de algunos errores en la circulación de la pelota, anoche no pecó por inocente y supo vestirse el overol para laburar un partido “chivo” ante un rival con nombres encumbrados.

Es que Tiro Federal, dirigido por el ex jugador del seleccionado argentino, Pedro Damián Monzón, asomaba como una piedra en el zapato por su propuesta de poner muchos hombres en la mitad de la cancha para neutralizar el juego de Alejo Gelatini y David Altuna. 

Para recuperar la pelota, el equipo rosarino esperó en su campo y presionó antes que los volantes de Alumni llegaran hasta tres cuartos. 

Al equipo de Héctor Arzubialde le costó mostrar opciones de juego y Tiro Federal se hizo de la pelota rápidamente, ordenado en el medio y rápido con la llegada de los volantes laterales, sobre todo de Franco Ferrari. 

Sin embargo, en materia de definición, los rosarinos no anduvieron finos y allí se notó la diferencia entre unos y otros porque Alumni, luego de sufrir en su arco una situación complicada (Basabe apenas la tocó con el taco para salvar un mano a mano y luego Ferrari no la pudo embocar), supo lastimar en el arco contrario: tras un rebote, Gelatini exhibió tranquilidad para captar el balón, gambetear a Bossio y establecer el 1 a 0, a los 17 minutos.

Tal vez era demasiado premio para el elenco fortinero, pero quizás también hubo un poco justicia por todo lo que Alumni no venía convirtiendo desde el último partido.

Lo concreto que Tiro reaccionó para darle mayor intensidad a su juego, en la medida que Alumni se ordenó atrás, equivocando a veces los caminos en la salida. 

Los constantes pelotazos desde el fondo para los delanteros eran presa fácil para los grandotes que conforman la línea de tres visitante, por eso el local debió refugiarse más que tomar protagonismo.

Segundos antes del cierre del primer tiempo, otra ventaja para Alumni se la dio el delantero Ezequiel Lazos, quien se hizo expulsar inexplicablemente, luego de protestar (estando amonestado) ante el árbitro mendocino Fernando Espinosa, quien le mostró la segunda tarjeta amarilla. 

Con uno menos y en desventaja, Tiro Federal salió a jugar el complemento cambiado por el ingreso del delantero Joel Núñez (en remplazo del enganche, Santiago Fernández), pero careció de lucidez. Además, Alumni utilizó más la cabeza para pensar. 

Conociendo los errores de antes, esta vez el local ya no peloteó frontalmente y a cualquier parte, sino apeló a la corrida de algún jugador por afuera para explotar los contragolpes. Y a eso le adosó tranquilidad en el fondo con la tenencia de pelota, en la medida que Tiro no salió a presionar sobre los defensores.

Para la obra del gol, estaba “Falucho” Herrera, quien primero cabeceó una pelota cerca del palo y luego, aprovechando una gran maniobra de Gelatini, definió como sabe ante la salida de Bossio, concretando el 2-0 vital para sobrellevar el resto del partido.

De contragolpe, con un Gelatini espléndido en el pase final, Alumni fue protagonista en la suma de situaciones sobre el arco de Bossio y hasta pudo haber goleado. 

A Tiro Federal se le complicó todo porque, cuando pudo pasar tres cuartos de cancha, se encontró con la firmeza de Patricio Berardo y compañía, incluido Basabe, que controló un par de situaciones. 

Alumni terminó ganando sin problemas, consciente de sus limitaciones, pero concentrado en dar pelea hasta el final, así en la cancha como en el torneo.  

 

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