Evi Celada de Torre, la presidenta de la Comisión Directiva del Patronato de la Infancia, confirmó a EL DIARIO que ya no hay filtraciones en los techos, un alivio habida cuenta de la situación que atravesaron en 2011. No obstante, en las últimas lluvias torrenciales tuvieron que soportar la inundación de este establecimiento, ubicado en calle Mendoza al 1300 en Villa María.
La dirigente indicó que el legislador provincial Darío Ranco les otorgó 15 mil pesos el viernes “para continuar con la obra que no se había concluido por razones económicas” y que contempla la reparación de los techos.
“Son techos muy viejos y están deteriorados. No sé si nos alcanza con lo que nos dio”, admitió tras mostrarse agradecida por la ayuda del Gobierno de la provincia.
El edificio “tiene más de 100 años y las paredes se deterioran”, advirtió.
Celada adelantó que arrancarán con la campaña de pintura de látex blanca para poder pintar la sede. “Hay mucha humedad en los zócalos. Queremos un material aislante para que no continúe la húmedad”, apuntó.
La entrevistada señaló que ahora no hay filtraciones en los techos pero sí inundaciones porque el agua ingresa al establecimiento vía terrestre. “Se nos inunda todo cuando llueve. Los desagües están limpios y en forma pero igual se nos inunda”, informó.
Resaltó que si bien cuentan con todas las medidas de seguridad sobre la energía eléctrica, “es riesgoso” que suceda esto.
Por otro lado, confirmó que la provincia abonó todo lo que debía y se canceló 2012, habiéndose presentado los papeles para el cobro de este año. “No sabemos cuánto dinero nos enviarán”, confió y especificó que requieren anualmente entre 300 mil y 400 mil pesos.
Actualmente, el Patronato de la Infancia tiene 10 niñas, en una sede con capacidad para 50 chicas. En los últimos años la cifra orillaba la quincena.
Valoró que el año pasado dos adolescentes egresaron del Nivel Medio y hay una egresada universitaria.
Hay pequeñas de Alta Gracia, Pozo del Molle, Noetinger y Etruria, entre otras localidades.
Las niñas van a la escuela y aquí adquieren hábitos y se les inculca la importancia del estudio. Por lo general no pueden salir de noche, aunque los permisos no dependen de la comisión que dirige el Patronato sino de la Unidad de Desarrollo Regional (UDER) del lugar de origen de la niña.
Al establecimiento acuden amigas de ellas e incluso los novios.
Como se conoce, por ley la provincia atraviesa un período de desintitucionalización y se busca que niños y niñas que residen en hogares de esta naturaleza puedan vivir con grupos familiares y no en institutos. Celada evitó pronunciarse sobre este tema.
También en este marco, por la legislación vigente la Justicia de Menores no tiene mucha injerencia. “Antes venía mucho la jueza Cecilia Fernández, una maravilla para nosotros”, la elogió.