Angel Buggia se caracterizó siempre, a través de su extensa trayectoria musical, por acompañar con la complicidad de su guitarra a las innovaciones de su legendario Grupo Saxo.
En 1997 asombró a los habitantes del centro villamariense cayendo por un cable desde el techo de la Perfumería Mistral hasta la vereda del Café de la ciudad.
Fue la primera vez y no sería la última. Hace un par de semanas lo volvió a hacer, esta vez desde la terraza de los altos monoblocks de la costanera, terminando el “Show del vuelo”, como lo llama, con un espectáculo musical acompañado por sus “cómplices de las alturas”, Manuel Joaquín Fernández y Luisina Artico, y con dos músicos invitados como Gustavo Rovira y Milba, la chica de Canals. El baile estuvo a cargo de un simpático grupo de odaliscas.
En 1998 el particular “Show del vuelo” tuvo como escenario elegido nada menos que la “punta” del Anfiteatro, cayendo sobre la plataforma en un espectáculo que tuvo como atracciones principales a Trulalá y “Cacho” Buenaventura.
Dos años más tarde, cuando el Grupo Saxo hizo una gira por Chile contratado por Televisa, la travesura del cable estuvo a punto de ser la apertura del tradicional Festival de Viña del Mar.
“El rock del gato” es el tema central del “aterrizaje” y otra prueba de la original propuesta ocurrió en el año 1999, cuando los “locos de Saxo” cayeron desde el cable estático con sus guitarras, desde la cúpula de la iglesia de Alcira Gigena hasta un escenario montado especialmente para un show musical. Había más de 10 mil personas como espectadores, no sólo del pueblo, sino de pueblos vecinos y hasta de Río Cuarto.
Antes, después y ahora, el Grupo Saxo, siempre con Angel Buggia como “sobreviviente” emblemático, recorre pubs, fiestas privadas y otros menesteres, ya sea por estos lugares o por otros caminos.
Y como si la locura del aire no estuviera cumplida, “estamos buscando un edificio más alto para volver a hacerlo”, comentó el líder del grupo.
Es importante destacar que el espectáculo no es solamente una aventura de “dos locos sueltos”. En el último show, en los monoblocks, trabajaron ocho bomberos en la terraza y otros ocho esperaban abajo, con las lógicas medidas de seguridad que estos casos requieren.
“Los Bomberos de Villa María son una maravilla”, destacó Angel, porque los muchachos del Cuartel villamariense lo acompañan desde siempre cuando el desafío se instala en la ciudad.
El “Show del vuelo” incluye una brillante presentación preparada en el estudio de Claudio Martinotti, una demostración de salvataje de los Bomberos y la música de Saxo. La apertura es, precisamente, el descenso de Angel y Manuel, guitarras en mano y cantando desde el aire.
“Tenía 20 años cuando empecé a pensar en esta idea”, contó Angel Buggia. Entonces integraba Los Eskal, con el “Loco” Perucca, entre otros, a quien recordó con cariño.
Con el correr de los años se hizo realidad, cuando Juan Carlos Quaglia compró el sistema completo para que los locos empezaran a volar su música.
Hoy esa idea es proyectada a todas las municipalidades del país que quieran llevar a sus techos la original propuesta. “Como agradecimiento a la sociedad, el Grupo Saxo siempre estará preparado también para espectáculos solidarios”, concluyó el interminable músico villamariense.