Sergio Sánchez, un trabajador cartonero del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), expresó ayer su emoción por haber estado sentado “muy cerquita” del Papa Francisco, en la misma Plaza San Pedro, como parte de la “gran familia” de su Santidad, en la misa que marcó el inicio de su Pontificado.
“Es un orgullo haber podido venir como representante de muchos trabajadores cooperativizados y cartoneros de la ciudad”, afirmó Sánchez, quien se jactó de haber estado “a la izquierda” del ahora Sumo Pontífice, “aproximadamente a cinco metros, un poco más cerca que la presidenta” Cristina Fernández de Kirchner.
En este marco, destacó haber tenido “el gran honor” de que el nuevo Papa “nos saludara a nosotros antes que a los presidentes” y contó que Bergoglio le dijo “tengamos fe que esto va a seguir bien para adelante”.
El trabajador “de la dignidad recuperada” llegó por gestiones que su organización realizó ante el Gobierno argentino y lamentó que no pudieran estar presentes “todos los demás compañeros”.
“Claro que todo el mundo quisiera estar presente en este momento tan emotivo, pero no tendríamos cómo acomodarnos”, se consoló.