Llegó ayer al ex Colegio Nacional la muestra itinerante “Memoria, Verdad y Justicia”, la que gestionó el municipio y que comprende una exposición de fotografías tomadas durante las jornadas del primer juicio a represores en Córdoba.
EL DIARIO dialogó con estudiantes del establecimiento para conocer sus impresiones sobre aquellos oscuros años de la República Argentina: la dictadura militar de 1976-1983.
“Yo conozco lo sucedido a través de películas como La noche de los lápices o del libro Nunca más. Son cosas que te llegan al alma, que te duelen. Pienso en las personas de mi edad que estuvieron encerradas y en muchas que han tenido sus bebés en esas cárceles, todo muy cruel”, expresó Antonela Albarracín, de 17.
En referencia a los integrantes de la Junta Militar, se preguntó “qué quisieron inventar”. “Lastimaron a muchos adolescentes, es increíble hasta dónde llegaron”, dijo la joven, a quien no le gusta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner pero agradece vivir en democracia.
Para Rocío Villarroel, de 17, lo ocurrido “fue muy grave y muy triste” e hizo foco en quienes “han perdido a sus familiares y aún hoy los siguen buscando”. A ella le interesa el tema y le duele “por la crueldad” con la que actuaron los militares. “El pueblo siempre debe votar, aún cuando se equivoque, como ocurrió por ejemplo con (el ex presidente, Carlos) Menem”, remarcó.
Admitió que a algunos de sus compañeros no les interesa hablar del asunto porque “es pasado” y valoró que haya espacios que mantengan presente lo sucedido en aquellos años de plomo.
Isaías Paredes, de 18 años, evaluó que es positivo “que se llegue a chicos de mi edad con una muestra como ésta, porque se presta más atención a las actividades fuera del aula”. Instó a que continúen los juicios a los responsables de la dictadura “para que se arrepientan de todo el daño que hicieron, que marcó la historia en este país”.
“Hay muchas familias destruidas, cuando te toca pensás distinto; algunos dicen ‘algo habrán hecho’ (las víctimas), pero hay que saber que nadie hizo algo tan grave como para que le hagan lo que les hicieron”, manifestó.
Aclaró que no a muchos compañeros suyos les interesa hablar de lo sucedido.
En tanto, Maximiliano Amaya (18), confesó que lo consternaba lo ocurrido porque “fue algo fuerte” y que se toca en el tema en asignaturas como historia, “pero no despierta mucho interés en mis compañeros”.
Fotografías: 1) Antonela Albarracín
2) Rocío Villarroel
3) Isaías Paredes
4) Maximiliano Amaya