Escribe: Gaspar Bachanini
La previa prometía, el estado del campo de juego acompañaba; sin embargo, los protagonistas estuvieron algo irregulares y el partido fue cambiando a medida que pasaron los minutos. Desde el comienzo se pudo observar a un Rivadavia algo más ambicioso, intentando herir por las bandas de la mano de Gozzerino y manejando la posesión con Berterame y compañía en la mitad del campo. Por el lado de Universitario, las acciones más claras sólo se hilvanaron con alguna aparición de Barengo en ataque o cuando Truglio se encontraba con la pelota.
La primera clara fue para los de Santoni. Un pase profundo de Matías Rojas por izquierda dejó pie a mano a Ferrer con Mancilla, pero la defectuosa definición del delantero se fue por sobre el horizontal. No obstante, en la siguiente ocasión de gol el balón culminó dentro del arco, después de una magistral apilada en diagonal de Franco Gozzerino. El joven mediocampista se hizo de la pelota, dejó a tres rivales en el camino y cruzó un remate bajo para poner arriba al local.
Todo indicaba que el “Verde” manejaría la dinámica a su ritmo, algo que logró durante gran parte de la primera etapa, aunque sin poder aumentar la diferencia. Hasta que a los 35’ Lucas Barengo superó a López, habilitó a Hernández y éste, casi de memoria, la dejó servida para que Truglio estampe la paridad en el marcador con un potente disparo.
Antes del cierre, Rivadavia pudo haberse ido al vestuario arriba en el resultado. Primero fue Rodrigo Santoni, quien tocó demasiado débil ante el achique del arquero, y luego Ponce, con un colocado zurdazo, tuvieron la posibilidad de poner arriba a su equipo, aunque las buenas intervenciones de Villagra en primera instancia y de Mancilla después, le permitieron a la visita irse al descanso manteniendo la igualdad.
La segunda mitad mostró a los de Bernadó algo más ordenados en todos los sectores de la cancha. Con un Barengo más participativo y con la buena distribución que aportaron Aguirre y Rodríguez en la zona media, el visitante empezó a implementar su libreto. Sin embargo, a los 5’ Federico Ferrer despilfarró un gran centro de Rodrigo Santoni, dirigiendo su cabezazo al lado del palo. A poco del primer cuarto de hora, un largo pelotazo de Jacobi llegó hasta la ubicación de Berardo en lo que parecía una jugada sin demasiado riesgo, pero entre el propio arquero y Gudiño se confiaron y le dejaron en bandeja el gol al ingresado Carrara, quien tuvo el mérito de seguir la jugada hasta el final y, luego del blooper, sólo le restó mandar la pelota al fondo del arco.
A partir de allí la desesperación del local fue en aumento, buscando la paridad con más actitud que aptitud y descuidando la defensa en demasía, más aún cuando enfrente estaban los veloces Barengo y Carrara, sumados a la sapiencia de un viejo zorro como Rodrigo Liendo. Fue el mismísimo goleador quien combinó con Carrara para decretar el tres a uno y así liquidar el pleito.
Pudo haber descontado Echegaray cuando se topó con la integridad de Mancilla y luego Rodrigo Santoni a través de un fuerte remate con pierna izquierda que se estrelló en el travesaño, pero la suerte no estuvo de su lado y así se fue diluyendo el empuje local hasta que el árbitro Guzmán cerró la persiana.
De esta manera, Universitario consiguió una importante victoria a domicilio y se llevó a Villa María tres puntos que lo catapultan en la cima de las posiciones, mientras que el local deberá replantearse algunas situaciones y mejorar en la definición para concretar todo lo que insinúa.
El árbitro
Aceptable actuación del colegiado Carlos Guzmán. Si bien se lo notó algo nervioso y demasiado ampuloso, sus fallos estuvieron acertados y llevó el partido a su ritmo. Regular tarea de sus asistentes Jonathan Corzo y Gabriel Ludueña.
La figura
Gran segundo tiempo de Lucas Barengo y Martín Truglio por el lado de la visita. Cada vez que se juntaron hicieron temblar a la defensa rival y estuvieron presentes en la mayoría de las ocasiones de gol de su equipo. En la visita estuvo bien Franco Gozzerino durante la primera mitad, sin embargo, su actuación fue en decadencia y no fue influyente en el resto del juego.