El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer a nivel mundial, tanto en hombres como en mujeres, y se encuentra íntimamente relacionado con el tabaquismo. Cerca del 85% de los cánceres pulmonares obedece al consumo de cigarrillos.
La tasa de supervivencia mundial del cáncer de pulmón a los cinco años sólo alcanza el 15%. Tan alta mortalidad se debe a que el cáncer de pulmón sólo presenta síntomas en una etapa avanzada de la enfermedad. Por desgracia, al momento del diagnóstico, sólo el 16 % de los cánceres están localizados, mientras que la gran mayoría presenta una enfermedad regional o metastásica.
En la evolución natural de los cánceres, incluido el de pulmón, existen cuatro estadios. La detección precoz de un cáncer consiste en detectar el tumor en un estadio temprano, cuando todavía no provoca sintomatología. Cuánto más bajo sea el estadio en el momento del diagnóstico, mejor resulta el pronóstico. La tasa de supervivencia en el cáncer de pulmón en estadio cuatro sólo alcanza al 15% con tratamiento. En cambio, los cánceres en estadio uno muestran tasas de supervivencia entre el 57% y el 67% a los cinco años.
Es evidente que si el cáncer de pulmón se detectara en una fase precoz y se tratara mediante una resección quirúrgica radical, la tasa de supervivencia podría llegar hasta el 70%.
Existen pruebas para la detección precoz en los cánceres más comunes. Así, destacan la mamografía digital para el cáncer de mama, la colonoscopía (convencional o virtual) para el cáncer de colon y el antígeno prostático para el cáncer de próstata. Hoy día, la Tomografía Computada Multislice (TCMS) es una modalidad de imagen poderosa que puede detectar los cánceres en fumadores asintomáticos.
Múltiples estudios evidencian que la TCMS permite detectar el cáncer de pulmón en una fase precoz entre los fumadores de alto riesgo, detectando hasta el 85% de los cánceres en un estadio temprano, con un tamaño reducido, y mayoritariamente resecables.
La detección precoz del cáncer pulmonar mediante TCMS parte de una premisa fundamental: el reconocimiento de los pequeños cánceres pulmonares podría disminuir la mortalidad específica de este tumor. Los avances tecnológicos que presenta la TCMS (una velocidad más rápida y múltiples detectores en la adquisición de las imágenes, permitiendo cortes de un milímetro de espesor), reducen los artefactos de movimiento y facilitan una visualización de imágenes pulmonares de alta resolución. El resultado es una mayor sensibilidad para detectar los pequeños nódulos pulmonares.
Si bien la TCMS tiene una gran sensibilidad para detectar pequeños nódulos pulmonares, éstos en su inmensa mayoría son benignos. La abundante información obtenida con los avances tecnológicos aportados por la TCMS ha incrementado nuestro entendimiento sobre los pequeños nódulos pulmonares y ha generado una nueva terminología que los describe actualmente como sólidos, parcialmente sólidos y no sólidos.
Cada nódulo encontrado presenta características morfológicas individuales que permiten catalogarlo como benigno, inespecífico o sospechoso de malignidad. Los nódulos benignos e inespecíficos deben vigilarse con estudios seriados para documentar la estabilidad de su tamaño a lo largo de los años, como prueba de la ausencia de malignidad. L
os nódulos sospechosos deben ser valorados con otros métodos (biopsia, PET) para detectar la presencia de malignidad.
De esta manera, la TCMS permite hoy en día, mediante la identificación de nódulos pequeños, diagnosticar de manera precoz el cáncer de pulmón mejorando su pronóstico.
Dr. Javier Avila
MP 28577
Jefe de Servicio de Tomografía del Grupo Roentgen