La Justicia de Villa María absolvió ayer a un trabajador de la construcción que permaneció 18 meses en la cárcel por la violación y embarazo de una menor de 13 años, familiar indirecta, luego que una irrefutable prueba genética determinara que no era el padre de la criatura que nació en abril de 2012.
Se trata del albañil y contratista villanovense Miguel Angel Alzugaray, de 39 años de edad, quien había sido acusado como presunto autor de “abuso sexual con acceso carnal”, un delito que es castigado con prisión de seis a 15 años.
Alzugaray estaba detenido desde el 20 de setiembre de 2011, cuatro días después que la madre de la chica denunciara que su hija estaba cursando un embarazo de aproximadamente dos meses (mediados de julio), producto de un abuso que la menor atribuyó al acusado.
Dolor de panza
En efecto, el 16 de aquel mes y año la mujer concurrió al Hospital Pasteur luego que la preadolescente presentara un cuadro con fuertes dolores abdominales, pero al cabo de una serie de análisis clínicos los facultativos del nosocomio público establecieron que estaban ante un caso de embarazo.
La madre indagó sobre lo sucedido y su hija acusó lisa y llanamente a Alzugaray como el autor del abuso, y por ende del estado de gravidez que presentaba, tras lo cual la progenitora concurrió a la Policía y luego a la Justicia para radicar la correspondiente denuncia penal.
Enterado de que lo buscaban por un hecho de violación, el albañil -acompañado por un abogado- se presentó espontáneamente ante el fiscal de Instrucción del Primer Turno, Félix Martínez, quien ordenó su inmediata detención.
Muy complicado
Con el correr de los días y a medida que avanzaba la investigación, la situación procesal de Alzugaray se fue complicando cada vez más y su suerte quedó prácticamente echada cuando, en una Cámara Gesell, la menor ratificó que él la había sometido sexualmente y que, por ende, era el padre de la criatura que engendraba.
Del mismo modo, la chica negó haber mantenido relaciones con otra u otras personas, o haber sido abusada, al tiempo que la pericia psicológica que se le practicó arrojó como resultado que no mentía y que no era capaz de fabular. Asimismo, una pericia psicológica indicó que posee una capacidad intelectual disminuida.
Pasaron los meses y el 11 de abril de 2012 la menor dio a luz a una nena. A partir de entonces se inició otra etapa en la investigación del caso, aunque con algunas demoras procesales que perjudicaron al acusado. Ocurre que recién el 26 de setiembre pasado (a poco más de un año de denunciado el hecho y de haber sido detenido el sospechoso), se ordenó la realización de una pericia genética para establecer fehacientemente si la criatura era hija de Alzugaray.
ADN negativo
Casi cinco meses después, más precisamente el 15 de febrero de este año, el Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba (Ceprocor) envió a la Cámara del Crimen local el resultado de ADN, que precisó de manera inobjetable que el albañil acusado no era el padre de la beba.
Sin embargo, el expediente llegó a manos del fiscal Francisco Márquez la semana pasada (el 19 de marzo), y de inmediato solicitó que se fijara fecha de audiencia para sustanciar el proceso oral a la brevedad con el objeto de que Alzugaray pudiera recuperar la libertad lo antes posible.
Previo a ello, el titular del Ministerio Público había adelantado a los codefensores del trabajador de la construcción, los abogados Luis y Lisandro Caronni (padre e hijo), que en el juicio iba a pedir la absolución de su cliente porque el análisis genético era incuestionable.
“La prueba objetiva es concluyente”, enfatizó Márquez al ser consultado por EL DIARIO poco después de concluida la audiencia, que duró poco más de 15 minutos y se realizó -como es habitual en este tipo de casos- a puertas cerradas, en la sala ubicada en el quinto piso de Tribunales.
De igual modo, el letrado Lisandro Caronni precisó que las partes acordaron incorporar por lectura toda la prueba obrante en el expediente, aunque la fundamental fue el informe pericial del Ceprocor, porque desincriminaba definitivamente a Alzugaray y le permitía recuperar la libertad luego de 553 días.
Y pudo ser peor...
Sin embargo, al ser preguntados por un periodista de este matutino sobre cuál hubiera sido la suerte del acusado en el caso de que la menor no hubiese quedado embarazada, y por ende no existiera prueba genética para analizar, tanto el fiscal de Cámara como el abogado defensor respondieron de manera coincidente: “Lo más probable es que habría sido condenado”.
Miguel Angel Alzugaray nació en Villa María el 31 de octubre de 1973 y al momento de ser detenido registraba domicilio en San Luis 563, en barrio La Floresta de Villa Nueva.
El juicio en el que terminó siendo absuelto fue presidido por el camarista René Gandarillas y, además del fiscal y los abogados antes mencionados, contó con la intervención del secretario Roberto Jue.