No quiere dar su nombre ni tampoco que se le tomen fotografías de espalda. Se escuda en que tiene “miedo”.
Acompañada de su novio y de una amiga, esta joven mujer contó a EL DIARIO que ejerce la prostitución hace nueve años. Es madre y sostuvo que por esta actividad puede darle una buena vida a sus hijos.
“Sí, me gustaría tener otro trabajo, pero no por una miseria. No por poca plata. Leí que dicen que buscarán que la Municipalidad nos dé trabajo, pero no queremos que sea por mil pesos por mes. Por monedas, no”, dirá al final de la entrevista.
Villamariense, habitante del barrio Felipe Botta, dialogó con este matutino y éstas son sus declaraciones.
-¿Qué cambios se dieron tras la implementación de la Ley contra la Trata provincial?
-“Nuestro laburo se criminalizó. Ya no tenemos paz. Se cerraron las casas de trabajo en las que muchas amigas laburaban y ahora estamos todas en la calle y perseguidas por la Policía”.
-¿Sufren persecución?
-“Constantemente. Nosotras trabajamos en la ruta pesada. Yo hace nueve años que vivo de esto. Ya caí presa infinidad de veces. No comprendo por qué, si no estamos robando ni golpeando a nadie ni haciendo nada malo, nos meten en un calabozo tres días incomunicadas. Hace poco estuvimos 20 mujeres en el mismo espacio. Es inhumano”.
-¿Qué ocurría antes de la vigencia de la Ley?
-“La Policía aparecía, pero muy de vez en cuando. Por ejemplo, caíamos cada dos meses. Lo que pasaba es que al estar en las casas de trabajo no nos jodían”.
-Pero tenían a un proxeneta
-“Hay una gran confusión con eso. Una cosa es un rufián y otra cosa es un fiolo. El rufián no es malo, es el tipo que te da la casa y en la que trabajamos. No estamos encerradas ni esclavas. En la ciudad nunca hubo trata de personas”.
-¿Con qué porcentaje se quedaba el regenteador?
“Eso se ve, se discute, nada es tajante”.
-¿Y en qué horarios trabajaban y bajo qué condiciones?
-“También se veía. Lo concreto es que se puede salir siempre, no hay nadie que haya estado encarcelada en una casa de la ruta pesada. Nada más visible que esta ruta. Los domingos todas tenían el día libre, iban a la costanera o lo que sea. Y cuando se sale a la calle, no se sale vigilada. Es mentira lo de la trata acá. En cambio, hay muchas mujeres santafesinas que laburan en este momento y ahí sí están manejadas por un fiolo. Que investiguen eso, no a las villamarienses que queremos hacerlo tranquilas y de manera independiente”.
-¿Cuántas mujeres actualmente están en la ruta?
-“Hay 30 ó 40 personas. Pero de cada 10, 7 son de Santa Fe o dominicanas. Por ahí tendrían que ver el tema de la trata”.
-¿Hay menores de edad?
-“No”.
-¿Cuáles son los riesgos de esta vida?
-“Cuando las chicas están en una casa, hay menos riesgos. Alguien está presente. Termina el turno y te golpea la puerta; hay, por así decirlo, un control que es bueno. Ahora nos subimos a un auto y no sabemos qué nos puede pasar. Te subís y no sabés si volvés”.
-¿Cómo trabajan?
-“Estamos paradas en la ruta y cuando un cliente nos busca, vamos a una casa o a un motel. Por eso digo que te subís a un auto y no sabés dónde parás”.
-¿Toman algún recaudo?
-“Nos pasamos con nuestras amigas las patentes de los vehículos”.
-¿Conocés a las Hermanas Adoratrices?
-“Sí, las monjas. Están en contra nuestro”.
-¿Andan por la ruta?
-“No, hace mucho que no. Su tarea se hacía cinco años atrás”.
-¿Conocés a Alicia Peressutti?
-“No. ¿Quién es?”.
-Pertenece a Vínculos en Red, una ONG que trabaja en el tema trata de personas.
-“No. La verdad que no”.
-¿Alguna vez, en estos nueve años, se te acercó alguien de alguna ONG para hablar con vos?
-“Jamás. Ni a mí ni a mis compañeras. Por eso siempre cuando aparece alguien en televisión me pregunto si no tocan de oído o qué. En esta ciudad no hay trata”.
-¿Qué les dice la Policía cuando aparece?
-“Que nos vayamos, que dejemos de estar en la ruta. Y si no nos vamos, terminamos presas. Como si fuéramos delincuentes”.
-Este control, ¿repercutió en la clientela?
-“Claro. Cada vez tenemos menos, porque vienen menos, por miedo. Hubo casos de multas a los clientes. Ahora permanentemente está Seguridad Ciudadana y la Policía provincial dando vueltas”.
-¿Qué creés que pasará y qué pedís?
-“Así como están las cosas, no vamos a poder trabajar más. Yo me pregunto quién le dará de comer a nuestros hijos”.
-¿La mayoría de tus colegas tienen niños?
-“Todas. Y muchos, muchos hijos”.
-Me llama la atención que digas que no hay trata
-“No la hay, al menos hablando de villamarienses. Que investiguen lo de Santa Fe, ahí si las mandan... y hay muchas mujeres acá en la ruta. Miren por ese lado”.
Diego Bengoa
Encuentro en la Policía
En la mañana de ayer se produjo una reunión en la Departamental San Martín de Policía en la que participaron autoridades de la fuerza; Guadalupe Vázquez, de Movimiento Evita; Normand Argarate y Pablo Saavedra, de Derechos Humanos de la Municipalidad, y Roberto Bataglia, así como también dos mujeres que ejercen la prostitución, con el fin de conversar sobre las detenciones vinculadas al tema.