En este barrio habita Carlota “Chiche” Molina de Moreno, una de las referentes de la ciudad. Y su casa de Deán Funes 1191 es la sede del tradicional “Ateneo La Posta” desde el 30 de octubre de 2008.
La residencia data de 1881 y en ella habitó Gerónimo Casas, el ex intendente Manuel Modesto Moreno y su hijo, Carlos “Chiquín” Moreno, esposo (ya desaparecido) de Carlota, escritora y miembro fundante del Ateneo.
El inicio del Ateneo
Pablo Granados, Geroma Prado, Armando Fabre, Roque Farías, Carlota y María Senn de Aprile, entre otros vecinos, decidieron llevar a cabo en el inicio de la década del 90 un ámbito de reflexión cultural e histórica. Lo primero que se efectuó fue un debate sobre el Día de la Raza y, posteriormente, hubo una reunión de escritores.
El espacio arrancó el 24 de abril de 1992 y funcionó (tras un tiempo en la Casa Parroquial, por gentileza del sacerdote Cristóbal Ruiz) en un espacio de la casa de su otrora presidente, el escritor, escultor y pintor Armando Fabre hasta su fallecimiento. A Fabre lo sucedió Carlota en la conducción.
El Ateneo colocó referencias históricas en diferentes puntos de la ciudad, desde moradas antiguas hasta el recordatorio de fechas o visitas memorables, restauró la Glorieta del Parque Yrigoyen e impulsó el regreso a la plaza Capitán de los Andes de una de sus fuentes originales, lo que se efectivizaría en este 2013.
A lo largo de sus 20 años recibió, además, a numerosas personalidades del mundo político y cultural de la región y de la provincia.
Ayer, ante el pedido de EL DIARIO, la titular del Ateneo, Carlota, nos regaló estas palabras, escritas especialmente para este suplemento:
“Mi barrio”
“Me resulta casi extraña esta frase pequeña para lo que siento.
Yo diría mi lugar.
Lo encontré hace 67 años, ¡qué locura! Y me mudé sólo una vez y apenas un paso.
Un paso que fue de la bicicleta de los arcoíris que me regaló mi padre al portal inmenso de la casona eterna.
Tantos años y me voy quedando sola.
Los vecinos se van yendo... pero siento que, cada día, barremos juntos la vereda.
Los abrazo a todos, a los que partieron entre los soles pálidos o ardientes de este pueblo mío y a los que quedan conmigo, bajando las cortinas”.