Desde la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas (Apymel), Javier Baudino (foto) calificó el año 2008 como preocupante, “con una situación para muchos de nosotros de incipiente quebranto”.
“Terminamos el año con un elevado sobrestock y sin fondos para sostener el precio de la leche que pagamos al productor. Eso motiva que el productor descontento continúe reclamando el peso que, en esta situación, es prácticamente imposible de pagar para muchas Pymes”, indicó.
Dado que a través de las gestiones logradas a través de Guillermo Moreno, el secretario de Comercio Interior, muchas empresas asociadas a Apymel pudieron ubicar su producción en grandes supermercados antes vedados, Baudino explicó que “se ubicó en esos mercados el 25% del sobrestock”, es decir, que de los dos millones de toneladas que colmaban la capacidad de las cámaras, lograron vender -a precio muy bajo- apenas 600 toneladas.