Las mujeres que ejercen la prostitución en la ruta pesada podrán seguir haciéndolo, aunque deberán “ser discretas” para no ser detenidas por prostitución molesta y escandalosa, una figura que reprime el Código de Faltas.
Este permiso fue confirmado ayer, ante la consulta de EL DIARIO, por el director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Villa María, Normand Argarate.
Como se sabe, la semana pasada la Policía detuvo a más de una decena de mujeres y se desató la polémica, porque ellas solicitan que las dejen realizar esta actividad, en el marco del cierre de prostíbulos dispuesto por la Ley de Trata.
Argarate, acompañado de Guadalupe Vázquez del Movimiento Evita, entre otros, se reunió el miércoles con la cúpula de la Departamental General San Martín de Policía (tal como indicó este matutino en su edición del jueves) e intercambiaron miradas sobre el tema, con la presencia de las mujeres que denuncian hostigamiento de la fuerza.
“Las chicas se comprometieron a ser prudentes y los funcionarios hablaron de revisar cuestiones internas. La idea es que haya equilibrio y más que nada revisar las condiciones de detención. Hay buena disposición para encontrar soluciones”, declaró Argarate ayer.
“Ellos responden a directivas que bajan de la provincia y a eso lo dejaron claro. Se han impartido instrucciones precisas. Hemos planteado, por otro lado, avanzar de manera conjunta en el tema de la violencia institucional, para hacer cursos e instancias de capacitación”, reveló.
El funcionario del Ejecutivo apuntó que el comisario Luis Gervino “me ha dado una excelente impresión, es un hombre que estuvo siempre en Villa María y eso le da una relación con la ciudad”.
Tras el encuentro, “se abrió una instancia más que positiva para conversar y para revisar frente a cada eventualidad”.
El titular de Derechos Humanos advirtió que “la naturaleza del trabajo policial es muy compleja”.
Consultado sobre si las mujeres podrán seguir en la ruta pesada, afirmó que sí “en tanto y en cuanto no generen inconvenientes”. “Ellas se comprometieron a ser discretas y prudentes”, añadió.
“Hay una zona de grises, se cerraron los prostíbulos pero la prostitución salió a la calle. Y la sociedad tiene doble discurso, la condena y la criminaliza pero por otro lado la consume”, subrayó.
Confirmó que las mujeres brindaron un detalle pormenorizado de sus condiciones de detención y los jefes policiales “tomaron nota de todo lo que se les contó”.