Desde el comienzo mismo del juego se vio a los dirigidos por Marcelo Sachetto algo más concentrados, implementando su libreto al pie de la letra y sacando provecho de algunas falencias que presentaba su rival. Por el lado del local, se observó a un equipo truncado en el medio campo y sin poder capitalizar el buen manejo de un intermitente Valle ni de Facundo Mignola por las bandas.
La primera de riesgo fue del “Diablo”. Diego Gabetta ejecutó un tiro libre que hizo estirar a Arcas para sacarlo al córner. A los 17’ Cabrera se hizo del balón y remató elevado de pierna izquierda, enviándola por sobre el horizontal y avisando que la visita estaba cerca. Diez minutos más tarde, nuevamente Gabetta quedó cara a cara con Arcas, pero su disparo se fue apenas afuera.
Hasta aquí todo era del visitante. La posesión, el terreno y las situaciones hacían que Yrigoyen manejase el partido a su ritmo. Sin embargo, una mala decisión del árbitro Rodríguez, dejó a los de Tío Pujio con un hombre menos por la expulsión de Gabetta a los 36’ y todo parecía indicar que el juego tomaría otro rumbo. No obstante, en la siguiente ocasión en el área de Arcas, Burello capitalizó un buen envío de Guillermo Fernández desde la esquina y estampó el 1 a 0 con un tremendo cabezazo para irse al vestuario arriba en el marcador.
La segunda mitad mostró al anfitrión algo más incisivo, aunque sin la claridad necesaria para herir la zona custodiada por Merani. El ingreso de Bustamante le brindó al “Gallego” algo más de fútbol y un socio ideal para Valle en la zona de creación. Pero la buena tarea de Ortiz y compañía fueron una garantía para el fondo visitante. Más aun, cuando el ingresado Diego Fernández se hizo del balón en tres cuartos de cancha, la dejó picar una vez y ensayó una volea impresionante que se coló en uno de los ángulos de Arcas para estirar la diferencia.
Los de Edgar Brusa siguieron intentando hacer lo que más saben, que es jugar la pelota por el piso, pero la muralla del “Diablo” estuvo impenetrable y le permitió a Merani tener un partido sin demasiados sobresaltos.
Por todo esto se impuso Yrigoyen, aun jugando con un hombre menos durante sesenta minutos, aunque mostrando una gran hombría y entereza en cada una de sus líneas para obtener tres puntos de real importancia.