Décadas atrás, las calles del barrio Centro sur eran testigos de las reuniones de aquellos jóvenes, de sus esperanzas, vivencias e ilusiones.
Alguna esquina (Jujuy y México o Jujuy y Estados Unidos) o la vereda de alguno de los impulsores de esas reuniones callejeras, les servían de punto de encuentro, de escenario para compartir.
Hasta las instalaciones de un club dieron cobijo a las ganas de los amigos.
El tiempo pasó, pero la sana costumbre de encontrarse no decayó nunca para esta “barra” de amigos, compañeros y conocidos que sábado a sábado consolidan inquebrantables lazos de amistad.
Cada fin de semana, si usted, lector, observa bien en la cuadra de Estados Unidos al 500, podrá encontrarse con estos muchachos que asado (o exquisitez gastronómica que se presente) de por medio no agotan nunca sus deseos de festejar la vida.
Por supuesto que en la mesa, a la que nunca le falta un buen vino, no se ahorran discusiones, con música de diversas épocas como fondo.
Los puntos de vista sobre política, deportes e incluso los pálpitos de la quiniela generan el clima que pone el condimento exacto a la siesta sabatina.
“Esto se hace desde muchos años atrás, hubo un tiempo que se hizo en un club. Ahora, los que quedamos lo hacemos siempre acá, en la puerta de mi casa”, indicó a este matutino Néstor “Lato” Martín.
“Todos los sábados nos reunimos religiosamente acá. Lo imprescindible es que no falten los amigos, ellos no tienen que faltar nunca”, acotó el reporteado.
En el caso del sábado último, además de la tradición amistosa, los cumpleaños de Jorge Alamo y Fermín Bortolín le agregaron una cuota más de interés a la reunión que tuvo como manjar principal un lechón a las brasas.
“Con el paso de los años, muchos quedaron atrás, a todos los llevamos en el recuerdo y están siempre presentes”, también dijo “Lato”.
Ni el mal tiempo puede arruinarles el sábado a este grupo de amistad. “Cuando llueve, nos vamos a la casa de Fermín”, señalan los reporteados por EL DIARIO.
A contrapelo del egoísmo, del “no te metas” y del individualismo que cada día penetra más y más en la sociedad y sus integrantes, los protagonistas de nuestra historia hacen frente a la realidad con las virtudes simples que han sabido perfeccionar con el tiempo. Hacer amigos, compartir, escucharse, respetar… Vaya ejemplo para las generaciones que nos sucederán.