“Empecé a ver que el tema de Malvinas iba a ser mi tema de trabajo y tesis doctoral, porque fui contemporánea a la guerra, tengo cinco años más que los soldados que fueron, viví esa época con bastante conciencia, pero quizás con poca comprensión, como quizás les pasó a todos”, interpretó, Rosana Guber, antropóloga social, investigadora del Conicet y del Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES). Además, publicó dos investigaciones sobre Malvinas; una fue “De chicos a veteranos”, y la otra “¿Por qué Malvinas?”.
“Frente a la cuestión, a la recuperación, uno se encontraba con distintas reacciones, algunas ampliamente mayoritarias y no entendía antropológicamente qué significaba la nación para nosotros, pero me daba cuenta de que era importante. Tampoco encontraba en la literatura ni de historia, de las ciencias políticas, ni de la antropología de la época que hable del tema de nación, que sí se hablaba en relación a los nacionalismos doctrinarios y a determinadas posiciones político-ideológicas que databan de principios de Siglo XX”, afirmó.
En este sentido, continuó: “Cuando uno se iba a otros países, se encontraba con que los nacionalismos y las identidades se jugaban en términos religiosos y en términos étnicos, incluso raciales, pero en Argentina eso no fue así, porque no hay divisiones identitarias fuertes en otras cuestiones que no sean las políticas, que son como las raciales en otros lados”.
La antropología
Guber dejó en claro: “Los antropólogos partimos de la base que no sabemos, uno para saber tiene que entender los sentidos de los demás sobre determinadas cuestiones, que para uno pueden estar muy claros, pero para los demás pueden ser otra cosa”.
“Quería entender Malvinas porque me daba escalofrío cómo se hablaba de la gente, que había sido manipulada por un general borracho (Galtieri), creo que en este caso y en ninguno en la historia la gente es manipulada de una manera tan directa y unívoca. Además, estas cosas se suelen escuchar con otros períodos de la historia, con el peronismo, donde se decía que la gente se dejaba manipular por las dádivas”, consideró.
La antropóloga dijo que la investigación la llevó a los protagonistas directos que estuvieron en el teatro de operaciones y quienes accionaron en batallas.
Primera guerra
“Esto tenía otra novedad para Argentina, porque fue la primera guerra con conscriptos regulares, reclutados anualmente con bases sistemáticas. Y era la primera guerra internacional con fuerzas regulares de los dos lados, hasta ese momento había veteranos de la Segunda Guerra Mundial, importados porque eran inmigrantes, también de la Primera (Guerra Mundial) y de la del Chaco, pero no había veteranos propios. Argentina había tenido la guerra de la Triple Alianza, hubo enfrentamientos armados a poblaciones indígenas, pero no entre dos Estados nación, denominados modernos”, explicó Rosana Guber a EL DIARIO
Siguiendo, aclaró: “El problema es que no todo el mundo piensa que fue una guerra, lo que me encontré rápidamente y que no me había dado cuenta es que estaba haciendo una investigación de la guerra. Sin embargo, la mayoría en el ambiente universitario pensaba que había sido una extensión de los centros clandestinos de detención, cuestión que se ve ahora con las violaciones a los derechos humanos en el teatro de operaciones”.
“Empecé a tratar de entender cómo se concebían así mismos los que habían ido, que no eran sólo soldados, fueron también oficiales y suboficiales que muchas veces tenían la misma edad que los soldados, incluso subtenientes que tenían menos edad porque eran los soldados viejos que habían pedido prórroga por estudio. Entonces, todo el panorama empieza a complicarse, después están agrupaciones que son muy críticas de las fuerzas armadas, donde su símbolo es un soldado armado, habrá que ver qué significa todo esto. Pero, de lo que estoy segura, que es lo verdaderamente interesante de los trabajos que tratamos de hacer, es que hay que entender por qué son estas cosas y cuál es el sentido que la gente le da”.
Tema actual
Consultada sobre si Malvinas es un “tema de agenda” en las investigaciones universitarias, dado el reclamo de soberanía desde el Gobierno nacional, respondió que “sería muy interesante que la gente que está buscando temas de trabajo se meta con Malvinas, porque sabemos muy poco sobre un fenómeno bélico que fue el único que tuvimos. La guerra es un fenómeno muy complejo y nadie la puede contar toda, porque el que estaba en los altos mandos no estaba en el frente de batalla. Además, otra cuestión que me parece central es que no hay que entrar y salir rápido del tema, porque además hay una inversión de tiempo y otras cuestiones que hace uno”.
Conclusiones
Con respecto a las conclusiones y preguntas más inquietantes a las que llegó Guber, se destacan las siguientes ideas:
“Los soldados, que fueron primeros en hacer la conscripción sorteados a los 18-19 años clase 62-63, fueron los únicos civiles que participaron como parte de fuerzas regulares en una guerra”.
“Vuelven (los soldados) al continente de una guerra que nadie quiere hablar y ellos tienen afrontar una serie de cuestiones como tratamientos médicos que no pueden decidir porque son menores de edad e indemnizaciones por discapacidad, que no las pueden percibir, ya que no son mayores de edad, deben buscar tutores o los padres, hay mucha gente que los padres están lejos de los lugares donde se dirimen estas cosas, porque a Malvinas fue gente de todo el país”.
“Ellos fueron despedidos con honores y recibidos con reservas o por la puerta de atrás. Además, es el momento de retirada del régimen. Fueron conscriptos a una guerra bajo un régimen, pero todo el resto de sus vidas va a desarrollarse bajo otro régimen completamente antagónico, que es la democracia.
Ellos son demasiado civiles para los militares, porque no se van a quedar adentro de los regimientos y son demasiado militares para los civiles, porque estuvieron muy cerca de los militares. Es decir, en antropología son como una categoría intermedia y en Argentina es muy difícil, porque a las cosas las hacemos muy definidas, aunque no lo sean. Las identidades sociales de los soldados se van a configurar así, en esa cuestión intermedia, que no es una cosa ni otra cosa”.
“¿Por qué Malvinas?”
“La causa Malvinas, que llegó a la plaza el 2 de abril de 1982, no fue un invento de Galtieri, sino que se la apropió. Además, creo que es la primera y única causa que tiene solución de continuidad desde que los británicos expulsaron al Gobierno del Río de la Plata en 1833”, indicó Guber.
En esta línea, marcó hitos centrales en esta discusión: “En ese momento, la Legislatura de Buenos Aires empieza a pedir en cada apertura de sesiones la reintegración de las Islas Malvinas. Y quisiera recordar que en 1833 la Argentina no está configurada, después viene el rosismo, grandes luchas y la demanda de Malvinas permanece sin moverse un pelo, lo cual es notable en el país”.
Causa nacional y popular
En tanto, “después hay un momento que la cuestión Malvinas sale del ámbito parlamentario y empieza a llegar a la gente por distintas vías, que es lo que analizo en el trabajo ‘¿Por qué Malvinas?’, donde una cuestión diplomática se convierte en una causa nacional y popular, pero para eso hace falta mucho, como personas que hablen de la causa. Entonces ahí aparecen personas de los pelajes más diversos, lo digo políticamente. Incluso de posiciones, de épocas, de especialidades distintas. Por ejemplo, José Hernández, autor de Martín Fierro; Paul Groussac, director de la Biblioteca Nacional durante 29 años; los hermanos Rodolfo y Julio Irazusta, que son los fundadores del revisionismo histórico en Argentina, el primer diputado y senador socialista, Alfredo Palacios. En 1966, el grupo de los cóndores que secuestraron un avión que iba a Río Gallegos y lo llevaron a Malvinas con el director del diario Crónica a bordo para que le dé cobertura a la noticia”.
Por último, la antropóloga social destacó:
“Esta cuestión está llena de episodios extraños, entonces cabe preguntarnos ¿qué quisimos hacer de Malvinas?”.