Un nuevo femicidio, cometido entre la noche del miércoles y la madrugada de ayer, conmocionó a la población de Bell Ville.
Se trata del octavo episodio de violencia de género que terminó de manera funesta, en la provincia de Córdoba y durante el corriente año, en el que resultó víctima Tamara Ceballos, de 25 años de edad, madre de un niño de 2 años.
El confeso victimario, aunque por ahora debe ser encuadrado como “supuesto” autor del crimen, resultó ser la pareja de la joven, padre de la criatura, comerciante y futbolista Sebastián Lucas Lomello, de 32 años, quien luego de consumado el homicidio se presentó en la sede policial, donde declaró que había ultimado a su mujer.
El hecho
Conocido el tremendo episodio, efectivos policiales se dirigieron hasta la esquina de Maipú y Sargento Cabral, donde se encuentra la vivienda y la despensa que fueron escenarios del cruento hecho de violencia de género.
Así fue que, al ingresar, los uniformados encontraron el cuerpo sin vida de Ceballos, que estaba tendido sobre el piso del local donde funciona el comercio, que precisamente era atendido por la pareja.
Si bien en forma oficial no se proporcionaron detalles acerca del hecho, pudo establecerse en fuentes vinculadas con la investigación del caso que la joven madre murió asfixiada, para lo cual su victimario habría recurrido a una prenda de vestir o a una toalla para darle muerte.
No obstante, el abogado defensor de Lomello y conocido de la pareja, Carlos Víctor Kramer, negó las primeras versiones que indicaban que la víctima había sido asfixiada con una toalla o prenda íntima.
“Desmiento lo que se dijo esta mañana (por la de ayer), que fue con una prenda íntima, lo que da lugar a ciertas suspicacias, o con un toallón, que supone una premeditación. Esto fue un momento de crisis”, señaló.
Sí quedó establecido que el cuerpo de la mujer sometida por el violento sujeto no presentaba heridas de arma blanca ni de fuego, como así tampoco otro signo de un ataque exterior con un elemento contundente.
Por ello, los investigadores estimaron que la muerte se produjo por asfixia, hipótesis que deberá probarse con elementos fehacientes que podrán obtenerse a través de la correspondiente autopsia, para explicar así la “mecánica de la muerte”.
Confesión
A las 2.15 de ayer, Lomello se presentó en la Comisaría de Distrito y confesó ser el autor del homicidio de su pareja.
Desde ese preciso momento el supuesto victimario quedó alojado en dependencias de la misma Comisaría, al mismo tiempo que la Policía daba cuenta de lo ocurrido al fiscal de Instrucción de Turno, Arturo Aliaga.
Por su parte, el segundo jefe de la Unidad Departamental Unión, subcomisario José Daniel Giovanni, dio cuenta a los medios de prensa que no existen denuncias anteriores sobre episodios de violencia entre los integrantes de la pareja.
El funcionario policial precisó que, hasta el momento, se mantiene la detención de Lomello por cuanto es considerado el presunto autor del delito de “homicidio calificado por violencia de género”.
Causas
Para el subcomisario Giovaninni se trató de “un hecho lamentable, (provocado) por una desavenencia de la pareja, que terminó con el fallecimiento de la jovencita”.
De todas maneras, se desconocen las motivaciones del asesinato, aunque algunos rumores dieron cuenta de que la mujer tenía intenciones de dejar a su pareja, circunstancia que también es investigada por el fiscal Aliaga.
No es menor un dato que surgió del comentario de los conmovidos vecinos que conocían a la pareja, sobre todo porque ambos atendían personalmente a los clientes en la despensa donde fue hallado sin vida el cuerpo de Ceballos.
Fueron precisamente los allegados del barrio quienes aseguraron que la mujer era víctima de sucesivos hechos de violencia de género, aunque nunca fueron denunciados, de acuerdo a lo informado por la Policía.