Un choque que prometía. Dos rivales directos con el mismo objetivo, el de sumar y seguir escalando para no perderle pisada al puntero. El campo de juego acompañaba y el clima era el ideal para la práctica deportiva. Sin embargo los protagonistas por momentos aburrieron y la modorra en el público presente fue acaparando la situación a medida que transcurrían los minutos.
Durante el primer cuarto de hora, ambos equipos parecían estudiarse intentando encontrar el punto endeble del contrincante. Sin arriesgar en demasía, se prestaban la posesión a causa de falta de precisión, mientras buscaban implementar cada uno su libreto.
El local por momentos parecía tener el control de la situación, pero la poca efectividad y los desaciertos al momento de entregar el balón hicieron lo suyo. No obstante, con empuje y sin claridad, ante un tímido San Lorenzo que casi no llegó al arco rival, “el Diablo” empezó a crear situaciones de riesgo sobre la zona custodiada por Cinalli. Primero Marín no llegó a conectar un cabezazo de Burello ingresando por detrás de todos. Y luego el propio goleador fue quien de buena manera se fabricó el espacio y remató fuerte al primer palo haciendo lucir al arquero.
Por el lado de la visita, sólo se creaban circuitos cuando se juntaban en ofensiva los hábiles Angaramo y Ferreyra, aunque sin lograr la profundización buscada y redundando en envíos largos hacia un solitario Jonathan Silva.
Yrigoyen pudo haberse ido al descanso en ventaja. Franco Ortiz ejecutó un tiro libre y su potente tenía destino de red. Sin embargo en el camino se cruzó Scagliarini para interferir con su integridad física y el balón pareció dar en la mano del defensor desatando una polémica en toda la parcialidad local.
La segunda mitad siguió mostrando más de lo mismo. Y con el correr de los minutos el cansancio y los relevos comenzaron a aparecer haciendo que los espacios se hagan presentes. Algo que supieron capitalizar los dirigidos por Sachetto aunque sin tener la precisión necesaria.
A los 26’ y en la primera que tocó, el ingresado Novillo tuvo una inmejorable oportunidad dentro del área, pero su remate de pierna izquierdo besó el horizontal y se fue por arriba. Respondió el visitante a través de un disparo de Jonathan Silva que controló fácilmente Merani. Y cuando parecía que el partido se moría, nuevamente Novillo se escapó en soledad y la falta de precisión volvió a interferir para dejar en cero al marcador.
De esta manera, ni unos ni otros supieron vulnerar a la defensa rival para quedar en pardas y sumar de a uno. Algo que ninguno de los dos vino a buscar, pero que terminó dejando más conforme al visitante.
El árbitro
Regular tarea del colegiado Rubén Etchenique. Le brindó continuidad al juego contando con buena predisposición de parte de los protagonistas. Sus fallos no incidieron en la dinámica del partido, aunque por momentos evidenció ciertas dudas. Buena tarea de los asistentes.
La figura
Buena participación del juvenil Adrián Peralta en el equipo local. El zaguero central se mostró seguro a lo largo de los 90 minutos y fue fundamental en la defensa de Yrigoyen. Con seguridad y confianza fue el más destacado en un partido que mostró poco.