Nomenclatura ponderada de calles, espacios públicos y monumentos
Ciudad de Villa María
Período: 11 diciembre 1995 / 10 diciembre 1999
Ordenanzas 3685 / 4443
NUNCA MAS:
Ordenanza: 3862, 28 noviembre 1996
Espacio: margen del Río Ctalamochita
Ubicación: sector entre avenidas Dante Alighieri y Naciones Unidas
Autoridades municipales: intendente municipal Dr. Miguel A. Veglia
Presidente del HCD: Cdor. Miguel A. Maceda
Semblanza: el día 22 de marzo de 2001, mediante Ordenanza nº 4.786, el Concejo Deliberante declaró a la ciudad de Villa María “Ciudad de la Memoria”
Fue un reconocimiento a la ciudad por las tres esculturas emplazadas, que la convertían en un ejemplo de la memoria activa dentro del país. El Reloj de Sol, el Nunca Más y Descendencia, son las antorchas que iluminarán el camino para encontrar la verdad de lo sucedido y valorar la conducta de los hombres de aquel tiempo y de ahora.
Al cumplirse veintiún años del golpe, la licenciada Cristina Gonzalo, profesora de Bellas Artes, acompañada por alumnos del establecimiento, esculpió una figura alegórica la que se emplazó sobre las márgenes del río Ctalamochita, entre las calles Dante Alighieri y avenida Naciones Unidas.
El trabajo es la figura de una madre embarazada de frente y de atrás, a la que se le agregó una placa donde constan los nombres de los muertos y/o desaparecidos de nuestra ciudad y también nombres de personas vinculadas por razones familiares a la misma y, decía la ordenanza, deberá llevar el siguiente texto: “A veintiún años del golpe y en memoria de los mártires villamarienses”.
La memoria, como parte de la conciencia crítica, es necesaria, porque después de 25 años de vigencia de la democracia, hay muchos que piensan que el pasado es historia antigua y muchas veces consideran que es mejor olvidar, porque los hechos están lejos y sus efectos no tienen la fuerza de otros tiempos. Se relativizan los análisis y se normatizan, a la ligera, dejando de lado cuestiones que fueron fundamentales hace 32 años y pusieron en riesgo la vida de personas.
La escultura refleja el dolor y la angustia de un pueblo sometido durante el período de la dictadura de 1976 a 1983 y al mismo tiempo anhela dejar una enseñanza profunda en la sociedad; un mensaje para quienes ocupan cargos relevantes desde los cuales se deciden políticas que marcan la vida de las personas, muchas veces sin hacer las valoraciones y sin tener en cuenta la repercusiones que pueden tener sobre ellas.
Además muestra la angustia de una madre, en una época del país, que no era la expresión aislada de una persona, sino de una ideología sustentada en la destrucción del ser humano y también de otros factores que deben ser tenidos en cuenta a la hora de hacer el balance. La polarización ideológica en la sociedad, generó sospecha y puso en duda los valores esenciales, de tal forma, que no se defendió la libertad, la democracia ni la vida de las personas.
Desde Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, siempre se consideró como un aspecto esencial, la defensa de la vida y su motor ha sido la ética de la libertad y la democracia como sistema de convivencia, sustentado en la justicia y la dignidad del hombre como camino irrenunciable hacia una sociedad de iguales.
Hacer una semblanza del “Nunca Más”, es con el objeto de revalorizar un símbolo del tiempo del horror, pero fundamentalmente asumir el compromiso con los jóvenes, de que no hay otro camino que conduzca a la verdad, que aquel que nos lleva a consolidar los sagrados y esenciales derechos de la criatura humana. Es un mensaje de esperanza y de luz, para consolidar la esencia del ser humano.
Partícipe invitado: Licenciado
Elvio Omar Toscano
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