Un equipo conformado por el neurólogo José Argarate, el director del Departamento de Ingeniería Electrónica de la UTN regional Villa María, Marcelo Cejas, y los alumnos Damián Bergas y Hernán Perón, crearon un aparato para la rehabilitación de personas que han sufrido trastornos neurológicos y tienen afectada la normal movilidad de sus miembros.
Según explicaron los alumnos, la base para curar este tipo de afecciones del trastorno neurológico se encuentra en la repetición del ejercicio.
“Lo que hace este aparato es repetir el movimiento de flexo extensión del brazo con el antebrazo. El dispositivo se acopla al antebrazo y repite los ejercicios que le haría realizar un terapeuta, dependiendo de la dureza y dificultad que tenga el paciente. Esto evitaría que deba concurrir con un fisioterapeuta o masajista que le haga practicar los ejercicios”, señalaron.
Por el momento el aparato es para aplicar a la rehabilitación de miembros superiores, pero se trabajará en un futuro para idear otro para los miembros inferiores.
Perón y Bergas aseguraron que la facultad tiene previsto continuar para ampliar este proyecto en este sentido.
“Esta es la primera etapa de un proyecto muy ambicioso, más global, lo que se intenta es realizar un aparato que sirva para ambos miembros y que tenga en cuenta todas las articulaciones, hombro, muñeca, rodilla, etcétera”, afirma Cejas por su parte.
“En esta primera etapa, con el doctor Argarate como guía en la parte médica, hemos logrado llevar adelante un dispositivo para los miembros superiores y en una segunda etapa vamos a incorporar un aparato para los miembros inferiores”, señaló.
El éxito está en el tiempo
La creación de este aparato partió de una idea de Argarate.
“En mis muchos años de neurólogo siempre tuve en cuenta que en los Accidentes Cerebro Vasculares (ACV) los pacientes quedan con hemiplejia, afectados los miembros superiores e inferiores”, indica el médico.
“Es un drama la rehabilitación porque a veces las obras sociales no la reconocen o le destinan un tiempo insuficiente. El éxito de la neurorrehabilitación es el tiempo que se le dedica, cuanto más, mejor, porque después del ACV los miembros del paciente quedan flácidos y, con el tiempo, se endurecen, quedan rígidos si no se rehabilitan”, explica el neurólogo, quien añade que a esta situación se suma que a veces en los hospitales es difícil conseguir turnos, por lo que la recuperación del paciente se dificulta.
“A veces gente joven queda discapacitada porque no se rehabilita. Entonces ideé este aparato y acudí a la Universidad Tecnológica Nacional para plantear su creación. Me derivaron con el ingeniero Cejas, quien me escuchó y se lo encargó a sus alumnos Perón y Bergas para hacerlo. Ahora ellos se reciben de ingenieros y lo presentarán en su tesis. Yo les pedí lo que necesitaba desde el punto de vista médico y Cejas los dirigió en el proyecto”, cuenta Argarate.
“Es un aparato maravilloso porque es muy liviano y tiene un costo bajo. Después vendrá la etapa de patentarlo y producirlo”, agregó.
“Mi idea es que como es un aparato liviano, transportable y con un bajo costo, cualquier persona que lo necesite pueda adquirirlo, pero también podrá tenerlo un dispensario, hospital o centro comunitario”, afirmó el profesional.
“Con el doctor Argarate somos defensores de la universidad pública porque nos hemos formado ahí, le debemos algo a la comunidad, entonces esto no persigue un fin de lucro de ninguna de las partes. La idea es cumplir un fin social y ayudar a quienes lo necesiten después de un acv, por eso buscamos que sea accesible para todos, con el costo que demande la producción”, aclaró Cejas.
Un desafío
“Este es el primer aparato médico que sale desde esta universidad. En el país no hay tantos productos similares que se fabriquen para rehabilitación y fue un desafío”, confesaron los alumnos.
Según detallaron, el manejo es muy sencillo. El aparato está provisto de pulsadores de marcha, parada y referencia, con tres ángulos fijos y tres velocidades.
Además, tiene limitación de la fuerza para seguridad y parada de emergencia para deshabilitar el dispositivo en caso de falla.
Perón y Bergas indicaron que están en los detalles finales para rendir su tesis. Una vez sorteado ese paso, será el tiempo del patentamiento, previa aprobación del aparato por parte de la anmat.
“A partir de lo que ellos digan, veremos si hay que modificarle algo estético o funcional para patentarlo”, dijeron para finalizar.