A requerimiento de la Fiscalía de Cámara y con el acuerdo de la Defensa, el juez René Gandarillas condenó ayer a dos individuos que participaron en un sonado asalto a mano armada perpetrado en una despensa de barrio Parque General Paz, en el que también se vio involucrado un conocido ex funcionario de la Municipalidad de Villa María.
Diego Javier Busto (33) y Angel Santiago Rosales (21) fueron declarados coautores de “robo calificado por uso de arma cuya operatividad no se pudo acreditar” y recibieron una pena de tres años de prisión de cumplimiento efectivo, al cabo de un juicio en el que ambos sujetos admitieron haber cometido el atraco, aunque negaron haber utilizado un arma de fuego.
Por este resonante episodio, ocurrido en horas del mediodía del domingo 4 de marzo de 2012, estuvo detenido casi tres meses el despachante de aduana y ex funcionario municipal Ariel Mauricio Zucotti (36), quien pese a continuar bajo proceso, no fue juzgado porque la Justicia le dictó la “falta de mérito” y quedó a un paso del sobreseimiento.
Zucotti fue acusado de haber conducido el vehículo Honda Civic blanco en el que Busto y Rosales arribaron a la despensa ubicada en Bolivia 480, propiedad de Oscar Alberto Barceló (62), de donde sustrajeron 250 pesos en efectivo y varias tarjetas telefónicas, para luego darse a la fuga en el mismo rodado.
Sin embargo, quien fuera coordinador del Ente para el Desarrollo Productivo y Tecnológico del Gobierno de Eduardo Accastello y asesor privado en materia de Comercio Exterior y Desarrollo Económico Regional, se desligó del hecho delictivo al señalar que Busto le había pedido prestado el auto y que no había intervenido en el asalto.
Cabe señalar que el Honda era propiedad del padre de Zucotti, llamado José Luis, un ex policía que supo desempeñarse como sumariante de la otrora Unidad Regional 8 (hoy Unidad Departamental General San Martín) y se jubiló a mediados de los 90.
Los tres sospechosos fueron apresados momentos después del audaz robo en barrio Las Acacias, luego de una persecución que culminó en calle Las Violetas.
Así, Busto y Rosales llegaron a juicio privados de la libertad, mientras que Zucotti salió de la cárcel el 24 de mayo, aunque continúa vinculado al proceso instruido por el fiscal Félix Martínez.
Prueba nula
Si bien al momento de las detenciones la Policía incautó un revólver calibre 32, durante la instrucción de la causa dicho procedimiento de secuestro fue seriamente cuestionado por la Defensa, que lo consideró “procesalmente irregular”.
Finalmente ayer, durante la audiencia de debate, el secuestro fue declarado nulo y esa prueba quedó sin efecto.
Esta circunstancia derivó en que no se pudiera establecer fehacientemente si dicho revólver estaba en poder de los delincuentes que ingresaron al almacén de barrio Parque. De todos modos, como el comerciante asaltado había declarado que los sujetos irrumpieron armados en su negocio, tanto Busto como Rosales fueron condenados por “robo calificado por uso de arma cuya operatividad no se pudo acreditar”, un delito que es reprimido con prisión de tres a diez años.
La condicional
Como ambos sujetos carecían de antecedentes penales, se les impuso el mínimo de la pena, lo que les permitirá solicitar la “libertad condicional” en las próximas horas ya que superaron ampliamente los ocho meses de cárcel que establece la legislación para la aplicación de aquel beneficio excarcelatorio.
Sin embargo, antes de hacer lugar a la condicional, la Justicia evaluará el comportamiento disciplinario de ambos convictos durante el tiempo que llevan en prisión y los dos deberán someterse a una pericia psicológica que certifique que se encuentran en condiciones de reinsertarse socialmente.
Diego Busto nació el 24 de marzo de 1980 y registra último domicilio en Las Violetas 273, en barrio Las Acacias, mientras que Angel Rosales está radicado en Las Violetas 402, en el mismo sector de la ciudad.
Al dictar sentencia, el juez Gandarillas absolvió a los dos acusados de los delitos de “encubrimiento” y “tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización”, que también se les atribuían en la requisitoria fiscal de elevación a juicio.
Además del camarista, intervinieron en la audiencia el fiscal Francisco Márquez y el abogado Juan Antonio Rusconi, quien defendió a los dos individuos, mientras que el secretario actuante fue Roberto Jue.
Robó una moto
Cabe agregar que, además de la acusación por el asalto a Barceló, Rosales fue declarado autor de “robo calificado de un vehículo automotor estacionado en la vía pública”, por un hecho ocurrido el 8 de julio de 2011 en la costanera local.
Ese día, alrededor de las 4.30 de la madrugada, el joven convicto sustrajo una moto Honda Wave que se hallaba en el estacionamiento ubicado frente al Club Central Argentino, ya que su propietario, Franco Ezequiel López, había concurrido a la confitería bailable Jet Set.
Rosales forzó el tambor de arranque y se apoderó del rodado, que fue recuperado poco después.
Alcohol y drogas
La noche anterior al asalto, Busto, Rosales y Zucotti habían estado juntos hasta pasadas las 6 de la mañana del domingo, oportunidad en la que recorrieron diferentes pubs de la ciudad, en los cuales bebieron alcohol e incluso consumieron drogas. Así lo declaró el propio Zucotti cuando fue indagado por el fiscal Martínez, una semana después del robo.
El ex funcionario municipal dijo también que, sobre el filo del mediodía, cuando se encontraban en la casa de Rosales, en barrio Las Acacias, sus amigos le pidieron el auto y se fueron sin decirle adónde iban.
El despachante de aduana, especializado en Comercio Exterior, se desvinculó así del atraco y dijo que al momento del hecho se encontraba “en otro lugar”.