Un encuentro de jóvenes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) se concretó este fin de semana en Río Tercero.
Del viernes al domingo se abordaron como ejes de trabajo "Memoria, Violencia institucional y participación juvenil".
La reunión fue promovida por la delegación Río Tercero de APDH y se concretó en la Biblioteca Popular Justo José de Urquiza.
Los objetivos del Primer Encuentro Nacional de Jóvenes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos fueron:
- Fomentar la participación de los y las jóvenes en el campo de los derechos humanos.
- Consolidar un espacio de intercambio de experiencias entre las delegaciones.
- Coordinar acciones en pos de asegurar la vigencia de los derechos humanos de la juventud.
Según se difundió, “la histórica lucha y trayectoria sostenida por la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), a partir del compromiso militante de sus miembros ante los diferentes conflictos sociopolíticos acontecidos en la historia de nuestro país, especialmente durante el terrorismo de Estado, es de gran significancia para las nuevas generaciones pertenecientes a este organismo de derechos humanos.
Con el retorno de la democracia y el estado de derecho, las violaciones a los derechos humanos han asumido una nueva reconfiguración. En este sentido, se torna necesario que la juventud asuma un rol activo en la defensa irrestricta de sus derechos para no permitir el avasallamiento de los mismos por parte del Estado, como así también para profundizar su cumplimiento.
La juventud como motor de transformación de una sociedad debe tener un rol protagónico en las acciones o construcciones tendientes a concretar un espacio permanente de lucha. Afirmar que los jóvenes son un grupo homogéneo, unitario, definido por la edad biológica, con intereses y características comunes constituye una clara técnica manipulativa para simplificar la diversidad que representa la categoría “jóvenes”. Tampoco depende de la condición del cuerpo, ni del sector social al que se pertenece.
Es necesario considerar el hecho generacional, es decir, el contorno cultural que emana de ser socializado con códigos diferentes, de incorporar nuevos modos de asimilar, comprender y aprehender la realidad. También implica nuevos hábitos, destrezas que distancian a las generaciones más nuevas de las más antiguas. Por lo tanto la juventud es una categoría construida culturalmente, que va adquiriendo distintos matices y significaciones, producto de las relaciones de fuerzas que se desarrollan en una determinada sociedad, lo que marca una flexibilidad de los criterios que determinan al comportamiento juvenil”.