Octubre no está tan lejano para los que están participando, directamente o indirectamente, en las carreras electorales.

El panorama del peronismo es complejo, en estas horas. Las divisiones son parte de una ecuación que tiene sus vaivenes y en el momento menos pensado convierte la fórmula y las operaciones matemáticas. En política lo que hoy divide, mañana puede multiplicarse. Lo que hoy resta, mañana es suma o viceversa.

 

Predecir en qué estado trigonométrico se encontrarán las relaciones entre el delasotismo y el accastellismo dentro de unos meses es pararse en el terreno del absurdo.

Hoy, Eduardo Accastello está jugando sus fichas en el tablero de una precandidatura a gobernador y sus chispazos con el peronismo cordobés son notables a simple vista.

 

En medio de esta marejada, José Manuel de la Sota puso el pie en la costa villamariense con la casa legislativa de uno de sus fieles colaboradores: Darío Ranco.

Y en la inauguración, estuvo el “bajo perfil” Raúl Costa. Un hecho que generó, lo comentamos en estas mismas páginas el lunes pasado, cierta tensión con su único concejal Darío Capitani.

 

Para Costa, su presencia en la casa de Ranco no “puede ser motivo de enojo de nadie”.

Lo dijo claramente en una charla informal con quien escribe esta columna. “¿Por qué habría de molestarle a Darío que yo fuera a saludar a un amigo?”.

“Estoy contento con el trabajo que Darío está haciendo, compartimos un montón de cosas en forma permanente. Lo alenté para que trajera a María Eugenia Vidal y a Héctor Baldassi (dirigentes del PRO), no creo que tenga motivos para  un supuesto enojo.”

 

Costa le restó importancia al asunto, no hubo una charla sobre el tema con Capitani y la vida continúa.

Para el dirigente que fue dos veces candidato a intendente (en 2007 y 2011), su batalla sigue acompañando la travesía de dos personas con las que está agradecido: Juan Schiaretti (integró su Gabinete) y José Manuel de la Sota.

Por eso en la actualidad y sin hacer muchas olas ya está preparando los motores para la campaña de octubre.

“Voy a estar donde estuve siempre, en el peronismo cordobés, poniendo todo el esfuerzo y todo el trabajo para la lista que encabezará Schiaretti”, confesó en una charla informal.

 

Esta semana estará en la calle un folleto del Partido Villamariense. Costa y su gente se encargarán de repartirlo en los barrios para difundir las actividades que realizaron.

La ruta está trazada y los pequeños quebrantos, por ahora, se van acumulando entre las hojas secas de un otoño que políticamente ya está mirando el horizonte de la primavera.

 

Con la crítica en bandeja

 

"En octubre se definen los próximos 20 años de la Argentina.” Las palabras de José Manuel de la Sota ponen de manifiesto la importancia que tiene para el peronismo cordobés las elecciones legislativas.

Es que el referente mediterráneo pone en juego no sólo las bancas en el Congreso de la Nación, sino también sus aspiraciones presidenciales para 2015.

En esta travesía, el Gallego estuvo en Catamarca respaldando la precandidatura a diputado nacional del gastronómico Luis Barrionuevo.

 

En la provincia del “camino largo que baja y se pierde”, el gobernador puso en bandeja todas las críticas contra la administración K.

"Tenemos que defender el federalismo, los recursos y el trabajo de las provincias frente a la arbitrariedad de un gobierno que se olvidó de (el ex presidente Juan Domingo) Perón, cuando de distribuir los recursos se trata", indicó.

 

En ese escenario pidió “crecimiento,  respeto para todos y transparencia”, apuntó al diálogo y reforzó sus diferencias con la Nación. Sin duda, octubre está más cerca de lo imaginado y las tropas  “peronistas” ya están en el campo de batalla.

 

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