En ese contexto, la campaña del club tras el cierre de la Fase Reválida y la pasada Ronda Campeonato, termina siendo un fracaso en cuanto a números, teniendo en cuenta que ni siquiera podrá salir del penúltimo lugar de una virtual tabla general de todos los clubes, porque los peores de la Zona Sur, Desamparados y Brown de Madryn, suman entre 9 y 10 puntos de diferencia.

De todas maneras, de acuerdo a lo que indican las estadísticas, queda demostrado que la formación villamariense no sólo ha tenido desequilibrio durante varios partidos, sino también en el desarrollo del campeonato, es decir, tuvo vaivenes en todo sentido desde varios aspectos.

A lo largo de todo el certamen, Alumni tuvo dos entrenadores (tres si se suma un interino), dos comisiones dirigenciales y dos etapas bien marcadas.

El año pasado, con una Unidad de Gestión y una Comisión Directiva presta a marcharse, se resolvió la continuidad en el cuerpo técnico de José Manuel Vázquez como DT, como premio al éxito de la permanencia tras disputar las promociones ante Deportivo Roca de Río Negro.

“Pistola” y su cuerpo técnico armaron el plantel, conjuntamente con algunos miembros de la Unidad de Gestión, respondiendo a una situación económica complicada. 

De arranque nomás, el equipo fluctuó bastante: ordenado atrás y con el arquero Emir Basabe como estandarte, empataba de visitante, pero perdía de local. 

Encontró la primera victoria a principios de setiembre, cuando venció 2-1 a Sportivo Belgrano, en San Francisco, por la 5ta. fecha. Pero después no pudo volver a ganar durante ocho partidos, mucho para marcar preocupación, a pesar que se destacaba como el único equipo que no perdía fuera de casa.

La derrota como local, ante Libertad de Sunchales, marcó la renuncia de Vázquez al cargo, mientras en el seno del club se gestaba el cambio dirigencial.

Con la llegada de una nueva comisión directiva, presidida por Sergio Hidalgo, se buscó al técnico que pedían los hinchas: Héctor Arzubialde, con el visto bueno del intendente Eduardo Accastello y algunas modificaciones en los grupos de trabajo dentro del club.

El DT que ascendió con Alumni al Argentino A llegó para reemplazar a Vázquez, pero también a Gustavo Miranda, quien había conducido al equipo durante un partido, en el empate ante Tiro Federal. 

Arzubialde vio cómo su equipo perdía por primera vez fuera de casa, pero también cómo ganaba por primera vez en Plaza Ocampo, ante Central Norte de Salta.

Tras una dura derrota ante Sportivo Belgrano, el cuerpo técnico y la Comisión Directiva hicieron cirugía mayor en el plantel. Se fueron varios jugadores y llegaron sólo tres. Sin embargo, curiosamente, Alumni logró, en tres meses, ganar cuatro partidos (tres más que durante todo el año pasado), aunque perdió seguido fuera casa. Y esos vaivenes lo condenaron a seguir peleando abajo.

El desbalanceo se notó con los protagonistas. El equipo había pasado de los piques cortos de Aimar a la pausa y el cerebro de Alejo Gelatini. También cambiaron los goleadores: Víctor Rena tuvo su buena racha hasta que se lesionó y Carlos Herrera levantó su nivel posteriormente, cuando recuperó la titularidad. Además, asomó bien un volante con gol: Santiago Aloi, de poca participación el año pasado. 

El problema fue que, defensivamente, al equipo le costó sostener la concentración que supo mostrar de visitante en la etapa anterior. De allí que perdió partidos de manera increíble, más allá que la derrota más dura fue de local, ante Racing de Córdoba.

Los números de las campañas con cada técnico también dicen mucho: con “Pistola” Vázquez, Alumni jugó 12 partidos, de los cuales ganó uno, empató seis y perdió cinco, con la friolera de 9 puntos. Y Con Arzubialde afrontó 17 encuentros, donde ganó cinco, empató uno y perdió 11 (16 puntos). Otra unidad sumó el equipo con Gustavo Miranda como DT interino, al empatar sin goles ante Tiro, de local.

En total, Alumni completó la serie regular (Ronda Campeonato y Zona Reválida) con 30 partidos disputados, seis victorias, ocho empates y 16 derrotas, 39 goles a favor y 18 en contra.   

Más allá de esto, ahora todo deberá reducirse a uno o dos partidos definitorios, según cómo termine Racing el próximo domingo, ante Central Norte de Salta.