Ayer por la mañana, el dirigente social Alejandro "Caño" Roganti se presentó en la audiencia de los Tribunales I de la ciudad de Córdoba ante la juez Correccional de 4º Nominación, Susana Cordi y Eduardo Brandolín, titular del Sindicato Regional de Luz y Fuerza. La citación se había radicado en el marco de la causa por calumnias e injurias que emprendieron el propio Brandolín y el dirigente Miguel Valente.
El gremialista villamariense, acribillado en abril en la puerta de su casa, reiteró lo manifestado en los medios y en el recinto judicial, acerca de que Brandolín "me mandó a matar" y que el máximo dirigente lucifuercista compartía "negocios" con el sindicalista Valente.
Brandolín, por su parte, admitió que su compañero sindical, director de la Casa del Estudiante gremial, es dueño de una empresa de seguridad prestataria del Sindicato Regional de Luz y Fuerza, pero negó que sean "socios".
Vale decir que estas declaraciones se expresaron en un clima de tensiones, miradas y sonrisas irónicas proferidas por Brandolín.
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