Estuvieron tanto tiempo en la calle, solos y defendiéndose de ataques y de la indiferencia, que muchos de ellos hoy tienen serios problemas de convivencia. Son “territoriales”.
Hablamos de los perros que ya están en el Centro de Adopción Municipal (CAM), el albergue canino que habilitó el Gobierno de Eduardo Accastello este año.
Según trascendió, hubo peleas entre canes y esto motivó a la Sociedad Protectora de Animales a impulsar el pedido de donación de cuchas. Y se sumaron varios ciudadanos.
De esta manera se cree que los perritos estarán más protegidos de eventuales peleas entre ellos, además de poder tener su propio lugar.
Un vocero del municipio precisó ayer, ante la consulta de EL DIARIO, que ya hay 120 perros en el albergue.
Los impulsores de la campaña por conseguir cuchas especificaron que se requieren cuatro por canil, por lo que se demanda 80 en total.
Uno de los consultados por este matutino apuntó que se solicitan casitas de madera. El valor de cada una oscila los 250 pesos.
Los promotores de la idea pretenden que se sumen a esta propuesta los comercios y los empresarios, así como también algunas entidades que estén en condiciones de donar varias.
El albergue cuenta con 20 caniles de 8 metros por 8, que están enfrentados y tienen una puerta de ingreso por cada uno de los mismos, con un pasillo central de 2 metros de ancho por ambos extremos.
Cada uno cuenta con una base de 1,20 metro de postes con placas de cemento y un tejido perimetral de 5 metros por 15 de ancho y 1 metro de altura, teniendo el canil una altura total de 2,20 metros.
El nuevo Centro de Adopción Municipal está situado en el camino rural a Ramón J. Cárcano y es un espacio en el que los animales son alojados, atendidos, alimentados, vacunados y esterilizados hasta que puedan ser adoptados. Permanece abierto todos los días de 9 a 17 y los vecinos pueden recorrer el predio, vacunar y castrar a su mascota o sumarse al proyecto de voluntariado.
También hay un dispensario con tres veterinarios donde funciona un quirófano y una sala de internación.