El secretario de Políticas Universitarias de la Nación, Martín Gill, apuntó a la necesidad de generar lo que denominó un “círculo virtuoso entre la universidad, el Estado, el mundo del trabajo y el de la producción” como uno de los pilares para consolidar el desarrollo del país.
El funcionario nacional estuvo en la Facultad Regional Villa María de la UTN el pasado viernes, donde hizo entrega de $1.300.000 para la obra de ensanchamiento del acceso y la playa de estacionamiento de esta unidad académica.
“Durante mucho tiempo, en Argentina la universidad no podía vincularse con el Estado a pesar de ser pública, eran conceptos antagónicos”, señaló para luego enfatizar: “Ni hablar de la vinculación del sector público con el sector empresarial”.
“El círculo virtuoso apuesta a que las políticas públicas de desarrollo que requieren del aporte del capital privado a través de la generación de empleo, cuenten con un servicio de la universidad que aporte el conocimiento, la innovación, la investigación aplicada y que permita mejorar procesos”, dijo.
El funcionario argumentó que el conocimiento ha sido el motor para desarrollos muy importantes que actualmente se aplican en la producción nacional pero que también son materia de exportación. “Argentina tiene un enorme camino por recorrer, estamos dando los primeros pasos con la firme decisión de la presidenta de la Nación que nos impulsa todos los días a ejercitar muy fuerte esta vinculación de la universidad con el trabajo, con la industria, con la producción, con el desarrollo”.
En este sentido, Gill señaló que resulta fundamental para este modelo de desarrollo una mayor tasa de graduados en ingeniería. Hacia finales de 2012 fue presentado el Plan Estratégico para la Formación de Ingenieros, cuya meta es estar a la cabeza de la región en este indicador. “Tenemos que crecer enormemente en cantidad de inscriptos, en retención en los primeros años, en graduación, en que el sector y la universidad no tironeen a ese estudiante, sino que se complementen para que no sólo pueda insertarse a la producción, a la industria, sino que pueda culminar efectivamente sus estudios”, y aseguró que ya existen indicadores que dan cuenta de la reversión de algunas de estas instancias.
El funcionario nacional también recordó que se están reactivando áreas de la ingeniería que estaban ausentes del país desde hace varios años.
Puso por ejemplo a la Ingeniería en Ferrocarriles, cuya puesta en marcha se está preparando en la Facultad Regional Haedo de la UTN, también en profunda ligazón con la realidad de la zona, ya que allí se realizan las obras de soterramiento del Ferrocarril Sarmiento.
De la misma forma, en Tucumán se promueve la Ingeniería Azucarera y en Chaco la textil, mientras que en Río Grande ya se dicta la Ingeniería en Pesca.
“Estamos aportando nuevas dimensiones que vinculan capital humano mucho más formado para tener un fuerte impacto en el sector productivo y de esta manera generar más trabajo y más desarrollo”, concluyó.