A raíz de la campaña solidaria para los afectados por la inundación en La Plata que organizaron los dueños del bar Monte (ex Monta), el programa Radio TV y Red Solidaria, se juntaron 15 toneladas de ayuda que fueron distribuidas entre los damnificados.
El domingo pasado, lo recolectado por Villa María, Villa Nueva y la región partió en un camión hacia esa zona del conurbano bonaerense, para luego distribuirse en seis barrios platenses.
El transporte fue acompañado por doce personas que habían participado de la campaña, quienes, una vez allí, colaboraron en la distribución de las donaciones. De regreso a Villa María quisieron contar su experiencia.
Para eso, María Mercedes Marconetto y Fabián Zambrano, del bar Monte, y Gustavo Caroni y David Bustamante, de Radio TV, se reunieron en el canal Mirate para dejar bien claro cómo y dónde se repartió la ayuda, tal vez como una forma de devolución a toda una comunidad que confió en ellos y donó miles de elementos para la campaña.
“Queremos que esto sea transparente y que la gente sepa que las cosas que donó se entregaron a manos necesitadas, donde nadie había llegado”, explicó Caroni.
“Las 15 toneladas de donaciones que hizo Villa María, Villa Nueva y toda la región llegaron a barrios de emergencia, de una extrema necesidad, donde reinó la muerte, el horror y, ahora, el hambre, más miseria y viviendas destruidas”, añadió.
“Nos contaron que nadie había ido a esos barrios hasta nuestra llegada”, aseguró el conductor de Radio TV, quien aclaró que fueron a esos lugares guiados por contactos de la Red Solidaria, que tenían una lista con los sectores a los que no había llegado ayuda.
“No fuimos a la Catedral ni a ningún otro lugar de La Plata, nos llevaron a los lugares de mayores necesidades y la mercadería llegó al lugar que tenía que llegar, y se repartió de manera equitativa entre todos los que necesitaban”, remarcó.
Aplausos y lágrimas
“Llevamos ayuda a seis barrios a los que realmente no había llegado nada. Ni siquiera tienen dispensarios móviles, no tienen salud, ni seguridad, porque tampoco hay efectivos de ninguna fuerza”, afirma Bustamante, por su parte.
“La gente nos recibió con un aplauso y después seguía el paso del camión en fila y eso helaba el cuerpo”, agregó, para luego contar que cuando los habitantes del lugar supieron de dónde venía la ayuda, gritaban “¡Viva Córdoba, viva Villa María!, ¡Gracias Córdoba, gracias por venir!”.
“Fue increíble el aplauso espontáneo de la gente y los vivas. Cuando nos íbamos despidiendo del barrio, las personas, en hilera al costado del camión, aplaudían con los ojos llenos de lágrimas”, confirmó Caroni.
“La gente no sabía que íbamos, hubo llanto y emoción, lloraban de emoción porque había llegado ayuda. Estaban sorprendidos de nuestra actitud, porque estaban muy escépticos y con dudas, habían visto camiones desviados, embanderados, politizados. Mucha gente tenía dudas de si iba a recibir algo, porque decían que en el resto de La Plata se repartía a determinadas personas, ‘a dedo’ o por color político”, afirmó.
“Fuimos a barrios donde la gente no había recibido nada a pesar de tantos camiones que llegaron de toda la Argentina, por la distribución desigual. Lamentablemente, la ayuda no se ha distribuido de manera equitativa y han dejado de lado a un montón de gente. Otra vez vimos los punteros políticos o la sectorización en una desgracia”, opinó Caroni.
“Vimos la desesperación de la gente porque tenía miedo de que no les dieran si no hacían algo a cambio. Es lamentable e increíble que se use una situación tan extrema como esta para hacer política, para sacar ventaja, para diferenciar entre unos y otros, cuando la necesidad es de todos”, reiteró.
Ratificando lo dicho por Caroni, Bustamante sostuvo que en uno de los barrios visitados, los habitantes aseguraron que había ido “gente a hacer política y a darles algo, para sacarse la foto”.
“Nos preguntaban qué debían hacer para recibir las donaciones. En esos lugares la ayuda estaba muy politizada y nosotros no queríamos que lo que llevábamos cayera en manos de ninguna bandera política”, insistió Bustamante.
“Otro de los testimonios que escuchamos es que fueron de distintos canales de televisión y que les prometían ayuda si hablaban a favor del Gobierno o si hablaban en contra”, dijo Zambrano.
Olor a muerte
“Apenas entramos notamos el olor a muerto, eso no lo vamos a olvidar más. El olor a muerto era impresionante, no es una metáfora, no era barro o agua podrida, era olor a muerto”, aseguró Bustamante.
“Al último nos acostumbramos al olor, pero cuando llegamos era insoportable”, coincidió Zambrano.
“En esos lugares los datos de muertos son escalofriantes. Todos coinciden en que no hubo 50 fallecidos, sino que hubo muchos más, incluso hubo gente que habló de 600 muertos, casi todos extranjeros indocumentados, y denunciaron que no dejan entrar a nadie en la morgue y que a los cuerpos se los llevan por las noches para no contabilizarlos”, señaló Caroni, a la vez que consideró que “el lugar está totalmente desprotegido, es un foco infeccioso terrible y, a este ritmo, si nadie hace algo vendrán enfermedades”.
“Ellos hablan de esa cantidad de muertos porque dicen que se conocen todos, que las familias tienen un promedio de seis hijos y que hay casas enteras que han desaparecido y no han vuelto a encontrar a esas familias. Entonces la cuenta que sacan es que siendo ocho de familia, al desaparecer decenas de viviendas con sus habitantes, suman cientos, porque a esas personas no las han vuelto a ver, están desaparecidas”, indica Bustamante.
“La gente pide que reconozcan los muertos para que sus familias, que son del extranjero, puedan saber qué pasó con ellos, llevárselos y darles sepultura”, agregó.
“Noté mucha gente con la mirada perdida, típica de la desolación que están viviendo”, completó.
Valió la pena
El grupo agradeció a todas las personas que colaboraron y, muy especialmente, a Jorge Marcheto, que puso el camión para transportar la ayuda, y donó el combustible y el servicio del chofer.
También agradeció a Martín Moreno, un suboficial retirado que los custodió, a Julio, el chofer, que se puso a disposición de la campaña y recorrió los seis barrios con ellos, a empresarios y a la gente que dio todo lo que pudo.
“La respuesta de la gente fue espectacular”, aseguró Caroni.
Las donaciones se recibieron de las dos villas y de la región, de localidadades como Luca, Oncativo, Colonia Almada, Villa Ascasubi, Tío Pujio, Río Tercero y pueblos de la zona de Alto Alegre, entre otros.
El grupo regresó el martes con la satisfacción de que lo hecho valió la pena.
“Villa María, Villa Nueva y la región no sólo estuvieron presentes, sino que además les devolvieron un poco de esperanza a esa gente que no había recibido nada de otros. Fue fantástico lo que hizo el pueblo, nos sentimos muy dolidos por lo que vimos, pero a la vez, gratificados por hacer lo correcto”, precisó Caroni.
“Fue una experiencia única, irrepetible, y muy positiva dentro del horror de lo que fue la tragedia, porque llegamos adonde nadie había llegado, con gente muy necesitada”, resumió Bustamante.
Testimonios desgarradores
Además de repartir la ayuda, los conductores de Radio TV recogieron algunos testimonios de los afectados por el temporal.
"El agua llegó a 2,20 metros y destrozó todo. Fue el peor momento de mi vida, esto fue y es una catástrofe. Está todo contaminado, no sé cómo voy a seguir adelante. Acá hay muchos vecinos muertos, cuerpos que flotaban, chicos ahogados que sacaban del arroyo. Trajeron unas casillas para poner a los muertos y a los vivos no nos trajeron nada", expresó Guadalupe, de Villa Albertina.
“Esto fue un desastre, acá hay cientos de muertos y siguen encontrando cadáveres. El gobierno no se hace cargo porque son extranjeros. Esto es un desastre, está todo contaminado y con olor a muerte”, testimonió por su parte Santiago, de Villa Elvira.