Juana Mercedes Costamagna es una señora de 60 años que desde hace 33 reside en la calle Intendente La Colina al 656, entre Vélez Sarsfield y Jujuy, de barrio Nicolás Avellaneda. Para expresar su malestar por un inconveniente que se genera en su vivienda cada vez que llueve, acudió a EL DIARIO señalando que “siempre renegamos con el agua. En la última lluvia grande que hubo se nos llenó la casa de agua completamente y en una de las piezas se formó una pileta”, agregando también que “si uno de estos días llegara a llover la cantidad que llovió en Buenos Aires, el agua nos taparía completamente a todos”.
A la hora de analizar los factores por los que se genera dicha problemática, Juana expresó que “los vecinos son malos porque tapan los desagües y no ponen alcantarillas. La calle Vélez Sarsfield está tapada de mugre de todo tipo, cuando tenemos a los basureros que pasan tres veces por semana. No hay necesidad entonces de que tiren basura en cualquier lado como lo hacen”.
“Acá no se trata de ir a reclamar al municipio para que haga algo, se trata de la limpieza que cada vecino tiene que tener en su casa. A mi hija, que vive cerca de mí, sobre calle Jujuy, el agua le llevó todo porque los desagües están tapados de mugre. Si caen 10 milímetros de golpe, se nos llena todo de agua nuevamente”, comentó la señora con marcada preocupación.
“A los vecinos cuando les ocurre algo van a la Municipalidad y les dan cosas. Yo vivo distinto, vivo de mi trabajo, a mí nadie me da nada. Incluso estoy imposibilitada para caminar, lo hago con un bastón y siempre tengo que estar parada en la calle renegando con el agua”, añadió.
Finalmente, Costamagna también responsabilizó por los inconvenientes a uno de sus vecinos. “El vecino de al lado de mi casa tapa todo y nunca pudimos lograr que haga la alcantarilla. En el verano llegó a hacer un agujero en la tapia y desagotar el agua de su pileta en mi patio. No vale la pena hablar con él porque no entiende nada. Ultimamente yo había optado por no preocuparme más, pero cuando se me llenó la casa de agua, me dio mucha impotencia, porque uno durante tantos años trabaja para tener lo que tiene y por culpa de un ignorante se te arruina todo. Yo tengo 60 años, mi marido 66 y los dos seguimos trabajando, no dependemos de nadie que nos de nada, trabajamos y punto, pero te da mucha impotencia ver que se te llena la casa de agua culpa de un irresponsable”, relató.