Blanca Mendoza, secretaria de Salud de la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAR), seccional Córdoba, habló ayer con EL DIARIO lamentando que los organizadores de la conferencia sobre violencia institucional realizada el viernes en esta ciudad le hayan “cortado el micrófono en una clara actitud discriminatoria”.
Dijo que “nadie quiso oír lo que sufrimos las trabajadoras sexuales” y agregó que después del momento en que le cortaron el micrófono, todas las autoridades se fueron del lugar.
“En el fondo, creo que estuvimos en la reunión equivocada. Creíamos que era algo institucional, pero terminó siendo algo político. Nosotras no estamos en contra de ningún partido, pero asistimos sólo a los actos institucionales porque queremos terminar con la violencia que sufrimos las mujeres prostitutas en Córdoba y en el país”, dijo.
“En la charla sobre violencia institucional no se habló del polémico artículo 45 del Código de Faltas, por el cual nos lleva la Policía. Me parece que todos los que asisten a esos foros tienen una posición abolicionista del trabajo sexual y nosotros queremos que se nos reconozca como trabajadoras”, agregó.
La dirigente señaló que “con la excusa de perseguir la trata de personas, están persiguiendo a las trabajadoras sexuales. Nos pasa en Córdoba que, con una actitud marketinera, detienen a afiliadas nuestras acusándolas de tratantes, mientras los mafiosos siguen operando lo más campantes. Si no, que la Policía o la Justicia nos digan dónde están las mujeres que nunca encuentran”, agregó, dando el ejemplo de Yamila Cuello, desaparecida hace tres años.
“En definitiva, lo que nosotras queremos decir es que a pesar de todo lo que se habla, no hay política seria contra la violencia institucional que sufrimos las trabajadores sexuales, ni en la Provincia ni en la Nación”, concluyó.
Mendoza estuvo acompañada por Silvia Villafañe, la trabajadora sexual, madre de 10 hijos, que fue desalojada el jueves de la vivienda que ocupaba.