La Secretaría de Discapacidad de CTA repudia lo ocurrido en la Colonia La Alborada de Bell Ville, “porque esta situación pone de manifiesto, una vez más, cómo se vulneran los derechos humanos de las personas que allí viven”, indicaron en un comunicado de prensa.
Coinciden con la mirada expuesta ayer por el Colegio de Psicólogos de Villa María, quienes aseguraron que el encierro de los locos “es la forma más profunda de violencia social”.
Aseguran desde la central obrera que de los informes periodísticos se puede inferir que los psiquiátricos de toda la provincia se convirtieron en “un depósito de seres humanos, personas con derechos, olvidados y dejados a la deriva por un sistema inhumano, incapaz de hacerse cargo de las diversas situaciones existentes (escasez de recursos materiales y humanos, pésimas condiciones edilicias). En el, mientras tanto, los dineros públicos se despilfarran en publicidad, pautas oficiales, etcétera, y no se distribuye en programas de salud mental de los hospitales provinciales, dependientes del Ministerio de Salud de Córdoba”.
Y agregan: “Pareciera que el Gobierno de la provincia, luego de sus catorce años de gestión, “reacciona ante la denuncia explicitada en la prensa escrita y lo hace tomando decisiones improvisadas, de manera intempestiva, sin preparar ni a los pacientes, ni a sus familias, ni al nuevo personal que nombran. Como una gran medida de la política de Estado, se producen traslados de algunos pacientes a otros centros hospitalarios en los que, también, persisten problemas en edificios, escasez de medicamentos, transporte en mal estado, entre otros. ¿Esa es la solución a una problemática compleja como es la de la salud mental?”, concluyeron.