Se inició durante la mañana de ayer el juicio a un hombre que está acusado de ser el supuesto autor de “homicidio preterintencional” contra un ciruja que murió el 24 de octubre de 2008 en Villa María.
Por el hecho está imputado Ernesto Angel Díaz, actualmente de 52 años de edad, pero que al momento de los hechos en los que se lo involucra tenía 48.
El hombre, quien se desempeña desde hace muchos años como cartonero, debe responder por la muerte de Osvaldo Ramón Ponce, el hombre con quien mantuvo un duro enfrentamiento tres días antes de que éste falleciera.
El hecho
Ayer, en la apertura de la audiencia de carácter pública, que preside el juez de la Cámara del Crimen René Gandarillas, con asistencia de la secretaria Gabriela Sanz, se escuchó en primer lugar, luego del relato del cuerpo de la instrucción, la palabra de Díaz, quien dio cuenta de su versión de los hechos, en la que reconoció haber mantenido una dura refriega con Ponce cuanto éste, durante la noche del 21 de octubre de 2008, llegó furtivamente hasta su casilla con la intención de apoderarse de unos caños de PVC, lo que motivó una posterior riña entre ambos.
El imputado, con la asistencia legal de la defensora oficial Silvina Muñoz, también respondió las preguntas que le formuló el fiscal de Cámara, Francisco Márquez, ante quienes, si bien reconoció que se tomó “a las trompadas” con Ponce, sostuvo: “No quise matarlo”.
Testigo presencial
Díaz, padre de ocho hijos, con tres de ellos a cargo y escolarizados, no tiene antecedentes penales y se halla involucrado en el hecho como consecuencia del testimonio de un tercer individuo, quien asegura haber visto todo lo ocurrido aquella noche del 21 de octubre de hace cinco años atrás.
Se trata de Abel Eduardo Paiva, quien refirió que observó la pelea, a golpes de puño, entre el acusado y la supuesta víctima, a lo que añadió que fue él quien, una vez terminada la riña, tomó a Ponce y lo llevó hasta su casilla, donde quedó sumido en un extenso sueño entre las 22 del día 21 y las 20 de la jornada siguiente, pero que siempre estuvo con vida.
También dijo que Ponce era un hombre alcohólico, que incluso llegaba a beber hasta 15 litros de vino cuando tomaba, al tiempo que reconoció que la noche del 21 de octubre se encontraba totalmente ebrio.
Huyó del Hospital
Fue precisamente Paiva quien, durante la noche del 22 de octubre, al ver el estado de Ponce, se acercó hasta la estación de servicios situada en la esquina de la ruta nacional 158 y calle Intendente Maciel, llamó a los Bomberas para que trasladaran a su amigo al Hospital Pasteur.
Sin embargo, y supuestamente por la aversión de la víctima a los inyectables, abandonó por sus propios medios el centro sanitario, aun cuando se la habría diagnosticado alguna lesión en la región abdominal.
Ponce reapareció el 24 de octubre, tres días después de la pelea con Díaz, en la vivienda de Atilio Nicolás “Lucho” Ardovino, un hombre de más de 80 años, hasta donde lo llevaron Miguel Angel Ross y Carlos Luis Sosa.
La muerte
Sin embargo, ese mismo día, alrededor de las 13, la Policía fue convocada a la esquina de las calles Marcos Juárez e Intendente Correa, donde había sido hallado el cuerpo sin vida de Ponce.
En sus declaraciones, Paiva sostuvo que el fallecido era un hombre “tranquilo, cuando no tomaba”, al punto que llegó a calificarlo “como una oveja”, pero que cuando estaba ebrio “quería mandar en casa” y “era insoportable… de pocas pulgas”.
Asimismo, se escuchó decir en la sala que Ponce, semanas antes del enfrentamiento que tuvo con Díaz, se había “trenzado” a golpes con otro sujeto, identificado como Juan Melano Villalba, apodado “Pampeano”.
Sigue hoy
El juicio tendrá continuidad hoy, cuando brinden su testimonio la médica que atendió a Ponce en el Hospital Pasteur, el bombero que lo trasladó al nosocomio y la esposa de Paiva.
En tanto, mañana sería el turno del médico forense, toda vez que al producirse el deceso de Ponce quedó certificado que la causa fue una infección generalizada como consecuencia de una perforación detectada en los intestinos.