Estas son las ideas y actitudes que ayudarán (si es que hace falta ) a dormir a un bebé recién nacido. Generalmente los bebés duermen sin dificultad cuando sus necesidades están cubiertas, es decir, no tiene hambre, está limpio y satisfecho de brazos y mimos. A estas edades tan tempranas no tienen tanta memoria para relacionar hábitos y es seguro que si llora y no duerme, es porque: 1º-necesita otra cosa, 2º-no tiene sueño o 3º -le pasa algo.
Tener sus necesidades cubiertas: si ha comido y está satisfecho sin ninguna molestia, dormirá.
Estar con mamá: a los bebés pequeños les gusta y necesitan estar cerca de su madre, es muy positivo tener al bebé en brazos o incluso dormir a su lado. Sobre todo si se alimenta con lactancia natural, es mucho más cómodo atenderle durante los despertares nocturnos por hambre. Dormir con mamá también es positivo porque es lo que el bebé espera (hace únicamente 300 años los bebés dormían con su madre) y observa a unos perritos o cualquier otro mamífero, ¿con quién duermen? Además ayuda a establecer patrones de respiración correctos, que incluso se sospecha que ayudan a evitar el temido síndrome de muerte súbita, si alguna vez tiene que dormir a su bebé, pruebe acostarse con él o tomelo en sus brazos y respira pausadamente mientras se relaje, también lo hará él y se dormirá más fácilmente.
Calor: para tranquilizar a un bebé va muy bien el calor, si duerme en su moisés y desea dejarlo allí para que duerma después de atenderlo puede atemperar la cuna con una bolsa de agua caliente (que no queme, sólo para atemperar) , la deja en su sitio mientras lo atiende y cuando lo vayas a soltar la apartas con el brazo y comprueba la temperatura.
Diferenciar noche-día: para ayudarle a diferenciar el día de la noche y más adelante a organizar períodos de sueño más prolongados durante la noche, debe intentar cuando lo atiende no estimularlo ni hablarle ni encender luces fuertes (le puede ayudar una pequeña luz de compañía), la casa debe estar silenciosa en los períodos de oscuridad. Y durante el día puede ponerlo a dormir en una habitación tranquila, pero con las persianas algo levantadas para que entre algo de luz y la casa con los ruidos habituales.
Envolverlo: a muchos bebés pequeños les gusta estar envueltos, se sienten protegidos y seguros porque les recuerda la protección del útero materno. Muchos de ellos se desplazan a una esquina del moisés o de la cuna y duermen apretados contra esta esquina, como lo hacían dentro del vientre con la cabeza entre los huesos pélvicos. También les alivia cuando padecen cólicos del lactante.
Envolviendo a tu bebé
1. Colocar la manta enfrente tuyo en forma de rombo con una punta hacia arriba.
2. Doblar la punta de arriba hacia abajo.
3. Acostar al bebé boca arriba en la manta para que su cabeza quede arriba de la orilla que acaba de doblar.
4. Tomar una de las puntas de los lados de la manta y tira firmemente por arriba del pecho del bebé, y colocarla debajo de sus muslos.
5. Después, trae la punta de abajo hacia arriba de sus pies.
6. Toma el otro lado de la manta; estirarlo por arriba hacia la dirección contraria y colocarla debajo de sus muslos.
Almohadita: dar de mamar sobre su almohadita para que así cuando se quede dormido y lo deje en la cuna siga teniendo el mismo tacto por debajo y el mismo olorcito a mamá y leche. Eso sí, con los calores del verano, hay que asegurarse que la almohadita sea de algodón para que no pase calor.
Ruidos suaves: es sorprendente cómo pueden calmarles y relajarles los sonidos monótonos como el secador de pelo, la ducha o el lavavajillas Esto es porque cuando estaba dentro del vientre oía ruidos muy parecidos continuamente y ahora el silencio de la noche le asusta porque no lo conoce. Si ve que funciona y lo ayuda a dormir, poner una música agradable a la hora de dormir. Otra idea que también suele funcionar es colocar cerca de él un reloj con un tic tac ruidoso que le recordará el sonido de tu corazón.
Mecerle: tampoco falla, son pocos los bebés que se resisten al sueño cuando son mecidos, también por los motivos explicados en el anterior punto, ya que durante los nueve meses de gestación estaba continuamente mecido cuando caminabas e incluso cuando dormías, con su respiración.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com
Fuente consultada: página web dormirsinllorar