Motivados por los reclamos recibidos en nuestra Redacción por parte de un grupo de vecinos del edificio IPV de barrio Los Olmos (conocido también como Monoblock), que indicaban que la rotura de una descarga de cloacas se encontraba rota, entre medio de dos viviendas, y que el líquido que emanaba la misma había socavado el piso generando, además de un peligro para los niños, la emanación de fuertes olores, un equipo de EL DIARIO decidió acudir hasta el lugar para comprobar los hechos y para investigar los motivos que generaron dicho inconveniente.
Una vez allí pudimos enterarnos que la Municipalidad de Villa María, por medio de gestiones realizadas por el centro vecinal presidido por Sergio Cabrignac, había entregado los materiales necesarios a los vecinos a los cuales les correspondía realizar el arreglo y que “el material llegó, el tiempo pasó y todavía no se solucionó nada”, según expresaron.
También consultamos a Cabrignac, quien contó que “el problema se generó por una cámara séptica que se ha roto y por allí sale de todo, hasta materia fecal, lo que implica un olor desagradable para todos los vecinos del lugar. Eso ya hace más de dos años que está así. Por esa circunstancia se generó un problema entre vecinos para determinar quién tiene la obligación de repararlo”.
El dirigente barrial añadió además que “por intermedio del centro vecinal, conseguimos gracias a la Municipalidad y al MuniCerca Nº 6 los materiales que se necesitaban para solucionar el problema, que eran unos caños, cemento y arena. Esa ayuda fue enviada en octubre del año pasado, pero la cosa aún está en veremos”.
“La semana pasada el tema ya superó el tema de los olores y hasta sale a la superficie materia fecal. Fue por eso que hice una nota al MuniCerca para que intervenga en la situación la gente de mediación vecinal, porque es un problema entre vecinos. Si ellos no cuidan lo suyo, los de afuera no podemos hacer nada, porque es un espacio privado y no nos podemos meter así porque sí”, agregó.
“Uno como centro vecinal hizo todo lo que tenía que hacer, pero no tenemos el poder de un policía, por ejemplo, para ingresar dentro de una propiedad. Conozco bien el caso porque he ido a hablar con las dos partes implicadas y los dos reconocen el problema, pero el pozo sigue estando, generando también un riesgo considerable para los muchos chicos que habitan allí. Hay un señor de apellido Echenique que se ofreció a colaborar en el arreglo, pero todavía no se han comunicado con él para que pueda comenzar con los trabajos”, concluyó.