Ayer EL DIARIO visitó las instalaciones del Golf Club, la institución madre de este sector.
El golf llegó de la mano de los ingleses y el ferrocarril y la historia cuenta que en inmediaciones de Morrison se construyó una de las primeras canchas de la zona.
A ese predio viajaban vecinos de Bell Ville y de Villa María, encontrándose en este hecho la semilla de este club villanovense, a raíz de la inquietud de los pobladores de la región.
El 20 de noviembre de 1945 comienza a forjar su historia el Villa María Golf Club, que en sus primeros tiempos se denominó Ctalamuchita Golf Club.
Su terreno, situado a orillas del río, fue aceptado en carácter de arrendamiento con opción a compra; utilizándose como sede el ex Palace Hotel villamariense.
Al cumplir sus cuatro décadas logró construir sus 18 hoyos, cumpliendo así una de sus grandes metas.
Hoy posee una magnífica cancha “con un trazado natural que poco tiene que envidiarle a los escenarios serranos”, dicen en el establecimiento.
Por otro lado, otro signo distintivo del Golf tiene que ver con la fuerte movida nocturna que posee desde hace una década Villa Nueva. Aquí está el pub Quinoto (también denominado Arameo, aunque popularmente se lo conoce como el apodo del propietario), uno de los boliches más exitosos de la historia noctámbula de la región.
Ubicado sobre ruta 2, tiene más de 13 años de vida y su clientela fue en ascenso, así como también su infraestructura, que mutó con el correr del tiempo.