Cerca de veinte vecinos de barrio Ameghino se reunieron anteanoche en una vivienda del sector para plantearle al director de Derechos Humanos de la Municipalidad de Villa María, Normand Argarate, su malestar por la prostitución en la ruta pesada.
Los frentistas no quieren salir públicamente en los medios de comunicación por temor a represalias. El encuentro y el tenor del mismo fue confirmado por EL DIARIO por distintas fuentes y también ayer por Argarate, quien señaló que “los habitantes de las cuadras que van de calle Buenos Aires a Salta, por ruta pesada, expusieron que viven cotidianamente con una serie de problemas”.
Dos vecinos conversaron off the record con este matutino. Y el funcionario del Gobierno de Eduardo Accastello sostuvo que “desde la Ley de Trata provincial la situación se ha complicado”. “Lejos de solucionar el tema, se ha complejizado la cuestión. La ruta siempre ha sido históricamente una zona de prostitución pero cuando estaban en lugares fijos los vecinos no se sentían molestados. Ahora han hecho puntos de encuentro en algunas calles”, señaló.
Los residentes del sector se quejaron por el movimiento constante de automóviles, sobre todo que provocan ruidos en horas de la madrugada, peleas entre quienes ejercen la prostitución por espacios, cuestiones de falta de higiene (han encontrado preservativos en las veredas o latas con orina, así como también manchas de sangre) y escenas como sexo oral a la vista de la gente.
Argarate admitió que, de acuerdo a lo que le plantearon, “encuadra la situación en lo que es la prostitución molesta o escandalosa”.
El vecindario “se molestó mucho cuando salimos en EL DIARIO a exponer que las mujeres se quejaban de la Policía, porque creen que no los hemos escuchado a ellos (los residentes de la zona) y se sintieron ignorados”.
“También nos contaron que no hay un criterio parejo a la hora del control. La Policía actúa a veces y otras veces no está. Nosotros nos hemos comprometido a tratar de empezar a sugerirle a las trabajadoras sexuales que se desplacen hacia zonas no transitadas”, declaró.
Argarate dice que es prioritario retirar a los camiones
Normand Argarate indicó que en la reunión asomó un viejo reclamo: que se retire al tránsito pesado de esa ruta. “Los camioneros consumen mucha prostitución pero también hay un elevado porcentaje de habitantes de la ciudad que lo hacen. No obstante, si sacamos a las camiones de esa arteria cambiarían las cosas y se trasladaría la zona de oferta sexual”, consideró.
El funcionario apuntó que “la prostitución es un problema de vieja data y en los 90 se quiso sacar y hubo mucha discusión”.
“Los vecinos dicen que no encuentran la manera de vehiculizar su opinión, temen represalias si salen en los medios y también hay que desmontar ese miedo”, manifestó.
Como la nueva ley prohíbe una “zona roja”, Argarate sugiere “un acuerdo tácito con alguna opción para que las chicas puedan trabajar pero que esto no genere inconvenientes en el barrio”.
“Debe existir un grado de recato y de respeto a la gente. Ahora queremos reunirnos con la Policía”, adelantó y ante la pregunta de este cronista dijo que “particularmente, quienes ejercer la prostitución nunca me plantearon que querían otra salida laboral”.