Iron Man 3. Otra nueva entrega del personaje Tony Stark (a cargo de Robert Downey Jr.), tras las exitosas Iron Man (2008) e Iron Man 2 (2010), regresa bajo la dirección de Shane Black, cerrando definitivamente la trilogía. El argumento parte de un cómic ya clásico, la saga Extremis, escrita por Warren Ellis e ilustrada por Adi Granov, en la que contaba cómo Iron Man se enfrentaba a humanos genéticamente mejorados que conseguían grandes poderes tras inyectarse un virus (extremis). Hace aparición en la pantalla un antiguo enemigo de Iron Man: El Fundidor, que tenía un rayo capaz de derretir la armadura del bueno de la película. Tony Stark/Iron Man se deberá enfrentar a un nuevo enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a las personas que quiere. Durante su lucha, Stark conocerá la respuesta a la pregunta que le atormenta en secreto: ¿el hábito hace al monje o es al contrario?
Posesión Infernal. Nuevamente una cabaña es escenario de una sangrienta cámara de horrores cuando un grupo de amigos veinteañeros involuntariamente despierta a un ancestral demonio. Es una remake de “The evil dead” de Sam Raimi de 1981, con un nuevo elenco juvenil combina la cruda emoción y derramamiento de sangre de la aclamada obra original, con nuevos e impactantes giros.