Omar Oviedo, Maribel Oviedo, la intendente María Cristina Barbisán, Horacio Bazán (médico representante de Ecodaic) y Luis Garay (titular de la Asociación Ganffi) vertieron sus apreciaciones sobre el sentido humanitario y filantrópico de la donación de órganos y su incumbencia social, definiéndola como “expresión más sublime y más simple de la solidaridad”.
La organización del grupo “Playosa Joven” fue excelente en el propósito de coordinar y apoyar una convocatoria llamativa, donde numerosos adolescentes y jóvenes de la localidad (especialmente) acudieron al salón del Centro de Jubilados y Pensionados, allí receptaron un mensaje pleno de compromiso existencial y en defensa de la vida. Los disertantes aludieron a la concientización que “todos podemos necesitar un trasplante”, haciendo efectivo el concepto que constituye la única posibilidad de prolongar la vida de quien tenga un daño irreversible en algún órgano o tejido.
La titular del Ejecutivo, profesora Barbisán, destacó las palabras, el sentido expresivo y testimonial del mensaje de Oviedo, una reivindicación del compromiso de “luchar por la vida”. Resaltó así el ejemplo de “quienes fueron papás, lucharon por la vida de sus hijos y con grandeza tienen que aceptar que han perdido hijos”. Por su parte, Maribel Oviedo se dirigió especialmente a los chicos, pidiendo a los mismos asumir la decisión de donar órganos, agregando “que eso puede hacerlo la mayoría de ustedes”. “A causa de este problema” -precisó- “no la tengo aquí a mi hermana, pero sigue siendo el ángel de mi familia y también de todos ustedes”.
Además tuvieron elogiables definiciones quienes sostuvieron la iniciativa para la concreción de este encuentro científico y social: los jóvenes Nicolás Suárez (presidente de la filial Talleres de Villa María) y Sebastián Maidana (de esa población), quienes reconocieron la presencia de la familia Oviedo, la colaboración del municipio local, también al presidente de la Asociación y al grupo “Playosa Joven” por su capacidad organizativa y conducta solidaria. El doctor Bazán aclaró “que no hay edad para ser donante, pues ello no se mide por los años, sino por la función del órgano”, aclarando que siempre se busca que el órgano de remplazo funcione el mayor tiempo posible para que el beneficiado lo utilice mejor.
Al final explicaron los mecanismos para inscribirse como donantes: fundamental la firma de un acta del Incucai, asentándola en el Documento Nacional de Identidad. Además se valoró el gesto de incorporarse como donantes al registro difundiendo la existencia del mismo y estimulando a amigos o familiares para que se incorporen, generando grupos de promoción sobre las posibilidades que ofrece esta práctica médica.