Lucrecia Esteve, la coordinadora del área de Prevención Institucional y Comunitaria de la Subsecretaría de Prevención de Adicciones de la provincia de Córdoba, hizo foco en la responsabilidad de los padres por la práctica de “las previas”, la modalidad que utilizan adolescentes y jóvenes como paso previo a la salida a bailar.
En diálogo con EL DIARIO, confirmó que cuando se les pregunta a los jóvenes sobre los consumos de sustancias, señalan que la ingesta de alcohol es la que más se genera con sus pares. “Lo hacen en grupo, para divertirse y para identificarse entre ellos. Y cuentan que uno de los espacios en que más consumen es la previa”, indicó la funcionaria.
En este sentido, la profesional resaltó que “están los adultos que autorizan a que se den esos espacios dentro del hogar” y declaró que “cuando hablamos de que consumen sustancias, hablamos del lugar que les damos como adultos para que puedan hacerlo”.
“Si dentro del hogar permitimos el consumo de sustancias, estamos legitimizando esas prácticas”, advirtió.
Consideró que “el consumo de sustancias legales como alchol, tabaco y psicofármacos, presenta una naturalización y el sistema de alerta de los padres es más tardío”.
En este aspecto, precisó: “Quizás (los progenitores) ven que algo está pasando, que están consumiendo, que llegan ebrios, pero no les preocupa tanto como cuando consumen drogas ilegales”.
Por eso, evaluó que “habría que replantear estrategias de prevención para los padres para poder ver cómo actuar y prevenir conductas de riesgo”.
Apuntó que la Subsecretaría cuenta con programas de capacitación a padres para implementar estrategias.
Consultada sobre su visión del alcohol como antesala al consumo de otras drogas, subrayó que la ingesta de estas bebidas “es un problema en sí mismo”.
“Consumirlo tiene en sí mismo muchas situaciones de riesgo, como el conducir vehículos, situaciones de violencia, el no protegerse en la sexualidad”, puntualizó.
“Muchas veces puede llegar a habilitar el consumo de otras drogas, pero no hay que restarle importancia al problema en sí mismo”, aclaró.
Cuando le consultamos sobre la penetración de la marihuana, especificó que “las estadísticas muestran al alcohol muy por encima del consumo de marihuana”, con porcentajes superiores al 50% en el primer caso y menos del 20% en el segundo.
No obstante, admitió que se está tendiendo a una naturalización del fumar “porros” “como sucede con otras drogas legales”.
Ante las preguntas de este matutino, dijo que la marihuana “cuando se usa de manera inadecuada produce daños, no sólo en lo físico, sino a nivel familiar, personal, social, educativo y laboral”.
“Uno no puede dejar de desconocer que el consumo impacta en distintos ámbitos. En ocasiones se banaliza diciendo que lo importante es el impacto fisiológico, pero muchas veces genera el abandono escolar, los chicos no pueden rendir o pierden motivación para actividades que antes les daban placer, como la práctica de deportes”.
Esteve instó a generar alternativas “cuando están en etapa de desarrollo” que permitan “disponer de una vida saludable”.
Entre las claves que citó para salir de las adicciones, están el “pedir ayuda, que la familia pueda escuchar el pedido de ayuda y ver situaciones de riesgo”.
Además, “recibir acompañamiento de equipo técnico y abandonar la creencia de que puedo controlarlo”.
“Uno necesita del apoyo familiar y de amigos”, recalcó y ante la pregunta, explicó que detrás de las adicciones “no necesariamente hay una carencia, sino que muchos lo hacen en búsqueda de sensaciones nuevas o por experimentar”.
“Hay una experimentación lúdica también”, confirmó.