Cada uno de los representantes de los 25 centros de jubilados que se reunió ayer en la Asociación que los nuclea, relató las malas experiencias por las que atraviesan los pasivos cada vez que necesitan una prestación de salud.
“Hay que recordarles a los médicos que ellos estudiaron en universidades públicas, sostenidas con el aporte que hicimos nosotros en toda nuestra vida laboral”, dijo, en un momento de la reunión, María Ranciglio, representante de un centro de jubilados de Villa Nueva.
Tras el encuentro, acordaron conformar un foro que se reunirá una vez al mes para analizar la problemática y la manera de reclamar para solucionarla.
El motivo principal del encuentro de ayer, fue la demora del PAMI para abonar los subsidios con los que los Centros de Jubilados pagan a las profesionales que atienden a los pasivos (enfermeros, pedicuros) y con los que también sostienen los talleres que hacen a la calidad de vida de los afiliados al PAMI.
Por tal motivo, acordaron redactar un acta que enviarán al titular de la obra social de los jubilados a nivel nacional, con copias al responsable de la Regional Córdoba y de Villa María.
El contenido del acta no trascendió. “Queremos que primero llegue a los funcionarios a los que está dirigida y luego, la haremos pública”, informaron los pasivos.
Salud en riesgo
Los relatos de los problemas para recibir atención de salud se multiplicaron.
“Los problemas que hay exceden al PAMI. Hay una cuestión con los médicos que se está degenerando, por así decirlo”, señaló Risieri Bettiol, jubilado ferroviario.
El cobro de plus encabeza la lista de preocupaciones. “Los profesionales cobran del PAMI una cápita mensual. Y la están cobrando puntualmente, atiendan o no atiendan a la gente. Por eso nos da bronca que para que te vea un médico, tenés que pagarle un plus”, indicó.
Agregó que además de la extra que “muchos avivados, no todos” cobran para las consultas, los pasivos se encuentran en situaciones de extrema necesidad cuando los galenos procuran percibir como plus “entre 2.500 y 3.000 pesos para una operación”.
Bettiol recomendó denunciar al PAMI, “porque estas cosas no deben ocurrir”.
Peregrinar por una orden
Otro de los problemas mencionados es la peregrinación que deben hacer para conseguir una receta médica con los medicamentos que necesitan.
“Es usual que el médico ni te vea, sino que directamente le dejás a la secretaria el nombre de los remedios y ella, por orden de las autoridades de la clínica, te hacen volver una y más veces hasta que te dan la receta indispensable para comprar los medicamentos en la farmacia”, relató Bettiol. Este trámite lo tienen que repetir todos los meses en la mayoría de los casos.
“Estas situaciones ocurren a los jubilados de toda la zona que estuvieron representados en la reunión”, agregó.
Es por eso que valoró la conformación del foro, que permitirá a los representantes del sector, reunirse mensualmente para detectar la problemática y tomar las medidas de acción necesarias para que a los jubilados se los trate con el respeto y la consideración ganados con toda una vida de trabajo.