La complicación. La fiesta se vio opacada por el mal tiempo, que obligó a bajar de la cartelera a algunas de las peleas anunciadas y a otras reducirla en su extensión. Para una velada con pretensiones de brillo al mejor estilo Las Vegas o Nueva York. Lo cierto que algunos de los combates anunciados por títulos, apenas se extendieron por seis asaltos y sin título en disputa.
Maldita lluvia. Los espectadores ubicados en la mayor parte del estadio tuvieron que apelar a capas y paraguas para resguardarse de la intensa precipitación. Sin dudas que una de las situaciones que un organizador no puede manejar en una velada sin más techo que las estrellas, o las nubes, en este caso.
El brillo. Tal vez lo que más brillo tuvo en esa velada y que sí pude considerarse de “Maravilla”, fue el ingreso de Sergio Martínez, precedido del colorido de fuegos artificiales y el cantante de Calle 13 (René), interpretando “Latinoamericano”, ante una enorme ovación del estadio.
Incomunicación: La demora en el inicio de la velada y la reducción en los asaltos en varias de las peleas sólo fue informado a un puñado de periodistas, que enseguida dieron cuenta de ello en las redes sociales. El resto de los más de 300 medios acreditados se enteraron por esa vía.
De calidad. Aunque breve, dado que sólo participó en dos presentaciones, lo de Michael Buffer le dio un toque de distinción a la gran velada. El anunciador más famoso del planeta en materia de boxeo, logró la complicidad con el público argentino con latiguillo en castellano, entre ellos “¿¿¿¿Estamos listoooooos????, alargando la “o”, ante una nueva ovación. Pero cuando explotó el estadio fue cuando dijo que el ganador es el boxeador oriundo de “Quillllmeeesss, Argentinaaaa”.
Presencias. Hubo varias caras conocidas en el ring side, algunas de ellas famosas, como Alejandro Sabella, Santos “Falucho” Laciar, Carolina “Chapita” Gutiérrez, Ariel “Burrito” Ortega, Jorge “Locomotora” Castro, Guillermo Cóppola y otras simplemente conocidas, por su presencia en programas televisivos de espectáculos y escándalos.
El bochorno. Con una exaltación inútil de nacionalismo barato, el animador televisivo Mariano Iúdica se encargó de buscar un clima adverso para con el inglés, pregonando y provocando al público para que cantara el clásico “el que no salta es un inglés”. Una verdadera irresponsabilidad que pudo tener consecuencias graves, cuando el retador comenzó a ser protagonista de los mejores ataques y un grupito de simpatizantes ingleses se vieron “apretados” por un grupo más numeroso de “hinchas” argentinos. Quedó en claro que Iúdica no es del “palo del boxeo” y fue blanco de todo tipo de críticas por parte de todos los periodistas. La contracara fue Horacio Cabak, que mucho más moderado y medido a la hora de hacer los anuncios.
Lo inexplicable. La presencia de un grupo de barrabravas, sindicados como del club anfitrión, generó no sólo el robo de elementos de trabajo de un par de fotógrafos, sino que también destrozos en el ring, cuando todavía faltaban desarrollarse un par de combates,
Las molestias. El sonido de baja calidad y la disposición de las luces sobre el ring dificultaron la visibilidad de parte del público, sobre todo los de las primeras filas que pagaron hasta 5 mil pesos.
Contrato. Martínez tiene un contrato con HBO para realizar una pelea más esta temporada y una más en 2014. Lo cierto es que su promotor Sampson aseguró luego del combate que “Sergio no peleará en lo que resta del año, hasta que no se encuentre bien recuperado de sus lesiones”.
Recuperación. Luego de la velada Sergio Martínez fue atendido en un hospital porteño, para buscar cerrar las heridas, y seguramente demandará varios meses más recuperarse de las que se resintió en este combate.
Impecable. Bajofondo, la formación argentina-uruguaya que lidera Gustavo Santaolalla brindó una fantástica versión del Himno Nacional, acompañado por un coro de 35 mil almas, y posteriormente ovacionados.
Reunión. Alrededor de 70 periodistas de todo el país que cubrieron la pelea, se reunieron en la noche del viernes para compartir una cena convocada por Carlos Irusta. Una grata reunión de camaradería a la que se sumaron dos campeones mundiales: Marcelo Domínguez y Carolina “Chapita” Gutiérrez.