Preocupados por los nuevos escenarios en los que se dibuja o desdibuja la infancia, el equipo de investigación de la UNVM, dirigido por la doctora Mercedes Civarolo y la licenciada Susana Amblard de Elía, lleva adelante un proyecto desde el año 2010 titulado: “Estudio de las connotaciones socioculturales, psicológicas y pedagógicas del concepto de infancia en la actualidad II”, que incluye a partir del año 2012-2013 el estudio del juego hoy respecto a niños de 3 a 8 años residentes en nuestra ciudad y región, como nueva variable a analizar.
En este marco, consideramos pertinente compartir con los lectores de este medio algunas conclusiones propicias para celebrar el espacio del jardín y el valor que tiene el uso del juego en el mismo. De los resultados hallados hasta el momento, podemos decir ciertamente que ha disminuido el juego simbólico y dramático de los niños en la actualidad en aquellos espacios tales como: hogares, guarderías, jardines de infantes y salones de fiestas infantiles, incrementándose aquellos que tienen que ver con movimientos de ejecución los cuales implican menos recursos imaginativos y creativos. Por ejemplo, nos referimos a aquellos juegos de mera descarga y ejecución: juegos en red, en la play station, la wii, y todo otro tipo de propuestas virtuales.
Podemos aseverar, con el fundamento de la experiencia en investigación y el trabajo clínico con niños, que el juego simbólico y dramático entre los dos y cinco años, es la fuente y motor de aquellos requisitos que impone el crecimiento y desarrollo, así como el aprendizaje escolar, con lo cual, su déficit trae como consecuencia muchas de las principales dificultades que tienen que ver con el desarrollo del pensamiento, la inteligencia, los afectos, la creatividad, la capacidad de espera, la comprensión, entre otras. Entendemos por juego propiamente dicho, a aquella actividad que le confiere identidad al niño, le permite tramitar conflictos y suprimir temores, construir alteridad en el intercambio con otros de su edad, recrear lo ausente y ejercer roles a partir de la consigna que invita a jugar al “como sí”; actuar escenas, inventar historias ordenadas según un relato y comprometerse con otros en un espacio y tiempo son algunas de las operaciones llenas de sentido que propicia el juego. En otras palabras, “jugar” tiene “sentido” y genera “sentido” ya que produce subjetividad y aprendizajes.
Entonces, nos preguntamos: ¿juegan los chicos hoy?, ¿cómo piensan los adultos a la infancia? Antes la preocupación manifiesta de los padres era: que juegue mucho, que aprenda a leer y escribir, que haga amigos, que hable, que se porte bien. ¿Y ahora? Que no moleste, pero que rinda bien, que haga muchas actividades y logre éxito.
Esperamos pues, lograr una mejor comprensión con oportunas líneas de intervención acerca de la crianza y educación de los niños, por ello, invitamos a todos los adultos; padres y profesionales de la salud y educación, a revalorizar y desplegar nuevamente el espacio y tiempo compartido de los “juegos tradicionales”.
Asimismo, destacamos el valor que tiene la institución escuela, como un espacio privilegiado e indispensable donde aún se puede observar el cuidado que se merece la infancia. Se trata de un espacio y tiempo donde aún se puede observar el juego espontáneo con otros niños, con lo cual, se aleja y logra diferenciar del tipo de juego que es ofrecido por las tandas publicitarias de la TV y las nuevas tecnologías que según el estudio elaborado nos muestran como efecto una infancia ciertamente desdibujada y perturbada. Para finalizar, deseamos compartir la lectura de una bella carta escrita por un adulto escritor de oficio que alguna vez fue niño, y siendo niño disfrutó del juego con “consignas claras” (ver columna derecha).
Equipo de Investigación de la UNVM: Dra. Mercedes
Civarolo / Lic. Susana
Amblard de Elía /
Psp. Andrea Bellón/
Lic. Fernanda Talei /
Psp. Lucrecia B. Martínez /
Psp. Marisa Micol