Paula, Yamila, Mario y Franco nos reciben con medialunas recién horneadas en el Taller donde cuatro días a la semana se dedican a amasar exquisiteses para compartir y aprender.
Ellos, junto a Marcela -que estuvo ausente- son parte del Taller dependiente del Centro Municipal de Integración para Personas con Discapacidad (CEMDI) que funciona como Hogar de Día en el predio del Parque Pereira y Domínguez.
Cada uno tiene una tarea asignada. A Franco le tocó preparar la mezcla para las pizzas, Mario fue el encargado de las galletitas, Yamila preparó unos bizcochuelos y Paula ayudó en la terminación de unas masitas.
El trabajo es coordinado por la instructora Silvana Maestro y cuenta con la colaboración permanente de María y Marianela y el acompañamiento de la coordinadora de Discapacidad de la Municipalidad, María José Villarreal.
“Nuestro Taller es por ahora de formación laboral. No sólo aprenden el oficio, sino que también van conociendo las obligaciones que hay en cualquier trabajo”, indicó Maestro, mostrando las planillas de horarios y el cuadro en blanco, donde anotarían inconductas si las hubiera.
Están impecablemente vestidos con delantales blancos y gorros de cocina. Al ingresar saben que lo primero que deben hacer es cambiarse la ropa, lavarse las manos y “cepillarse bien las uñas”, acota Mario.
Trabajan de martes a viernes, de 14.30 a 17.30.
“Como somos un taller de formación laboral, no vendemos lo producido, sino que lo compartimos con otras dependencias municipales, como el Hogar de Ancianos”, explicó.
Los chicos que integran el grupo son todos mayores de edad. El espacio procura contener y formar en el mundo del trabajo digno a discapacitados mayores, que ya superaron la edad para asistir a las escuelas especiales.
El interés puesto en la actividad es tal, que hay una decena de chicos en lista de espera para ingresar.
Con el camino iniciado para lograr la formación necesaria y así alcanzar un trabajo digno, el grupo quiso celebrar el Día del Trabajador con lo producido por sus manos y así, una cronista de EL DIARIO pudo brindar con los jóvenes que tienen las mismas aspiraciones de otros de su misma edad: ganarse el pan dignamente y lograr ser independientes económicamente. Tienen las ganas y el conocimiento para hacerlo.
Promueven el cambio a Taller Protegido
La subsecretaria de Desarrollo Social de la Municipalidad, Rosa Cámpora, informó que envió una nota a todos los bloques de concejales para que modifiquen la ordenanza que estableció la creación del CEMDI para cambiar la figura legal del taller “terapéutico” por la de “protegido”.
“El objetivo es crear un taller protegido para ser incluidos en la legislación que establece un subsidio para cada uno de los integrantes. De esta manera, pueden ganar un sustento digno sin perder la pensión que reciben por discapacidad”, informó.
“Otro de los beneficios de pasar a ser taller protegido es el de poder iniciar los trámites para que los chicos puedan tener formalmente las habilitaciones y así comercializar la producción, generando ingresos genuinos”, destacó.
Entiende que después de dos años de formación laboral, pueden pasar a la siguiente etapa “en procura de ingresar al mercado laboral formal”, afirmó la funcionaria.
Actualmente existe en Villa María un sólo Taller Protegido. Se trata de “El Carlón”, integrado por un grupo de personas con discapacidad que se ganan la vida con una lavandería.