Escribe: Marisa Oviedo
enviada especial de EL DIARIO
Por sexto año consecutivo, los protagonistas de la vanguardia en mobiliario se mostraron en la Feria Internacional del Mueble Argentino (FIMAR), el evento del sector más importante del país, donde se expone y se vende sólo muebles argentinos.
Organizada por las Cámaras de la Madera de Córdoba, Río Cuarto, San Francisco y Cañada de Gómez, esta edición se inauguró el 24 de abril pasado con la presencia del intendente de Córdoba, Ramón Mestre; el secretario de Industria de la provincia de Córdoba, Fulvio Arias; la directora de FIMAR, Divi Hess; empresarios, operadores comerciales, expositores y grandes clientes.
Más de 10.000 m2 del predio de Forja Centro de Eventos fueron destinados a exponer y vender la producción mobiliaria de Córdoba y otras ocho provincias. Además, por primera vez, se destinó un sector de 300m2 para FIMAR Tendencias, un espacio exclusivo para que las empresas presentaran sus novedades 2013.
La mayor feria del mueble argentino concluyó el sábado pasado tras haber recibido a más de 30 grandes comercializadores y dar marco a encuentros de empresarios nacionales con operadores comerciales internacionales de cinco países. Organizadas por la Agencia ProCórdoba, las rondas internacionales de negocios se desarrollaron durante dos días, en los que se generaron contactos, relaciones comerciales y oportunidades de negocios con operadores internacionales.
Premios Ernesto Humeler
Como todos los años, entre los más de 80 stands de expositores, fueron reconocidos los tres mejores espacios de exhibición y el Mejor Producto, que fueron galardonados con los premios Ernesto Humeler.
En un acto realizado durante la segunda jornada de la muestra, miembros del Comité Ejecutivo de FIMAR -encabezado por Hess y su presidente, Gustavo Viano- entregaron las distinciones especialmente diseñadas por los arquitectos Jonny Gallardo y Gustavo Ochoa.
El máximo reconocimiento al Mejor Stand fue para Luis Campagnola Muebles, de Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. En la categoría Mejor Stand, el segundo premio fue para La Valenziana SRL, de Uranga, Santa Fe, en tanto que el tercero fue destinado a Eldo Omar Mosconi SRL, de Cañada de Gómez, también de Santa Fe.
En la categoría Mejor Producto, la única distinción fue para la cama escritorio “Optimus”, de Héctor José Volentiera e Hijos SRL, de Cañada de Gómez, Santa Fe.
El jurado estuvo integrado por la arquitecta Elvira Fernández, decana de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la UNC; la arquitecta Stella Fleitas, presidenta de la Regional 1 del Colegio de Arquitectos de la provincia de Córdoba; la presidenta del Colegio de Diseñadores de Tucumán, Alicia Báez; el arquitecto Roger Berta, de Revista Arquitextos y Esteban Dutto, empresario del sector.
Los premiados
“Este es el segundo premio que nos dan, en 2011 ganamos también por Mejor Stand. Creo que el premio se otorgó por la combinación de la puesta del stand más el mobiliario, eso hace un conjunto que está bien presentado y que está aceptado por la gente y por el jurado. De ahí es el premio que obtuvimos”, sostuvo Luis Campagnola, quien se hizo acreedor del primer premio, en diálogo con EL DIARIO.
“No se tienen en cuenta las novedades que se presentan, sino la estética del stand. De todas formas, todo lo que está en el stand es nuevo para fábrica, son modelos exclusivos que se presentaron en FIMAR 2013, hechos ciento por ciento de algarrobo. No han sido exhibidos antes”, dijo.
“La línea es nueva y es continuación de una línea en la que fuimos incorporando el algarrobo. Venimos trabajando hace cinco o seis años en una línea recta y más moderna, haciendo un aprovechamiento de la madera, utilizando piezas muy chicas y realizando un tablero alistonado, ya que nuestro bosque no nos da la calidad de madera que teníamos hace diez años atrás. Nosotros demostramos que agregando diseño y con un buen aprovechamiento de la madera, se puede trabajar un buen mueble de algarrobo. Antes decir algarrobo era sinónimo de mueble rústico, tosco, ahora, agregando tecnología, diseño, herramientas de cortes y nuevos pegamentos se puede lograr un mueble delicado”, aseguró.
“El premio es un reconocimiento, no tiene un beneficio económico, es un elogio para seguir apostando a la industria, a la fábrica, a seguir viniendo. Es un incentivo, un mimo, una caricia”, señaló Campagnola, quien ha participado de FIMAR en tres oportunidades por su cuenta, y en otras dos con el Ministerio de la Producción de la provincia de Chaco.
En tanto, Rodrigo Díaz, gerente general de La Valenziana, que se alzó con el segundo premio, indicó que no tuvieron una devolución de parte del jurado para saber qué se tuvo en cuenta para otorgarles el premio.
“Es el tercer año consecutivo que sacamos el segundo premio y para nosotros está bien, es un reconocimiento que nos da la feria por el esfuerzo que hacemos. Seguramente lo que se tiene en cuenta es la estética en conjunto del diseño del stand”, declaró Díaz ante EL DIARIO.
“El 80% de lo que estamos presentando en la feria son novedades, son productos que no estaban dentro de nuestro catálogo y se aprovechó la FIMAR para el lanzamiento”, precisó.
La firma participó en cinco de las seis ediciones de FIMAR.
Cuna inteligente
Entre las novedades que presentó La Valenziana, se encuentra una cuna “inteligente”.
“La cuna es un desarrollo que estamos haciendo a través del Ministerio de Ciencia de la Nación, que nos subvenciona el 50% del proyecto y nos asigna a cinco personas del Conicet para el desarrollo tecnológico”, explicó Josi Castrillo, diseñador de La Valenziana.
“Es una cuna inteligente pensada para crear un ambiente de cuidado para el bebé. El proyecto nace con una parte más científica o más tecnológica, y una parte más didáctica. La parte más científica incluye un sensor de humedad que mide la saturación de humedad en el pañal del bebé, un sensor infrarrojo de temperatura que mide si el bebé tiene fiebre y un sensor de posición que va con un acelerómetro, que es un micro que tiene un teléfono o una tablet para dar vuelta la pantalla”, detalló, a la vez que aclaró que esto último es algo que se quiso puntualizar por la recomendación de la Organización Mundial de la Salud para que los bebés no duerman boca abajo para evitar el riesgo de muerte súbita.
La parte didáctica comprende un juego de luces y un juego de reproducción de música, además tiene algunos sensores que van por infrarrojo para detectar que el bebé está dentro de la cuna o que una persona se acerca a la cuna para encender la luz o bajarla. También tiene incorporado el baby call.
Según Castrillo, todo esto está hecho para conectarse con una aplicación que ya está desarrollada en sistema operativo android, y que también está pensada para desarrollarla para Mac y para Windows. Esta es una aplicación que tiene una conexión Bluetooth o wifi con el producto y desde cualquier lugar de la casa se puede monitorear al bebé.
“Si hay humedad en el pañal salta una alarma, si hay temperatura salta otra y si se pone boca abajo salta otra alarma”, ejemplificó.
“La idea es monitorear al bebé, escucharlo, poder jugar con las luces o programar juegos de luces combinados con sonidos. Por ejemplo, tiene un programa que se llama Océano, a través del cual se ve un juego de luces blanco, celeste y azul, con ruido de olas, mar y brisa para ayudar a dormir al bebé, tranquilizarlo, quitarle el estrés”, afirmó.
El diseñador precisó que este proyecto está desarrollado en un 60% y faltan cinco meses para completarlo.
“Es un producto muy tecnológico, pero que no tiene cables, es una cuna tradicional, funcional, estética, blanca, de líneas puras, con leds que le dan la ambientación de luz. Yo me encargo de la parte estética y de ver cómo se incorpora la tecnología sin que la cuna pierda la línea”, especificó.
Todos los sensores fueron desarrollados exclusivamente para el producto, porque además, el propósito es que sea una cuna accesible y su precio no difiera mucho del de las cunas tradicionales.
Entre otros detalles, en la cuna se usan baterías de litio, todo es inalámbrico, de baja frecuencia y de bajo consumo para que la batería dure.
Castrillo además participó en el diseño del stand, por lo que explicó que la idea rectora del armado fue colocar a la cuna como el bloque central dentro de la isla del stand. Del otro lado, detrás de la cuna, se ubicó el bar para generar el corte y colocar en cada lateral una isla. Para uno de los costados, una isla se destinó a lo infantil, en la que se trabajó con un concepto abierto, donde hubo dos paredes que generaron grandes ambientes para colocar los muebles.
Para el otro lado se ubicó la isla que abarcó el mobiliario juvenil. En este caso, en el stand se generaron las habitaciones para que la gente se las pueda imaginar y para mostrar la modularidad que tienen estos productos.
“Las habitaciones juveniles de La Valenziana son modulares y se adaptan a cualquier tipo de arquitectura”, aseguró Castrillo.
Mejor Producto
Un escritorio que se convierte en cama fue elegido como Mejor Producto de FIMAR.
“Se denomina cama escritorio ‘Optimus’ y con este solo mueble se arma la habitación de un niño o adolescente. Tiene una mesa que sirve para el escritorio y, cuando se usa la cama, se saca y se utiliza como mesa de luz”, señaló su creador, Héctor José Volentiera.
“La cama baja sin tocar nada de lo que está en el escritorio, no se mueve nada, y cuando se cierra la cama vuelve a quedar armado el escritorio con todo lo que tenía arriba. Es un sistema que funciona con pistones y al bajar la cama va girando al compás de ella y no se inclina para ningún lado, de esta forma, el estante queda siempre horizontal y no hace sacar nada del escritorio”, agregó.
El mueble tiene arriba la cajonera y la mesa también tiene un espacio de guardado, con un cajón y una puerta. Está confeccionado en melamina de 18 milímetros y se fabrica en color abedul combinado con lila, verde manzana o rojo, o bien puede ser en color wengue combinado con gris.
Volentiera, quien ha participado en cinco de las seis ediciones de FIMAR, indicó que el año pasado también estuvieron ternados para Mejor Producto con un sillón.
“Es un orgullo, un incentivo, porque es una feria importante, entonces sacar un premio o estar ternados es un halago. Este año tuvimos la suerte de llevarnos un premio, a pesar de que el premio ya lo habíamos ganado con los clientes que estuvieron fascinados con el mueble. Es muy funcional, útil y ocupa un espacio escaso, ya que tiene sólo 80 centímetros de ancho y ahí está todo, escritorio, cama y mesa de luz”, concluyó.