Escribe: El Peregrino Impertinente
“Relatos de los mares del sur” es un libro de cuentos cortos escrito por el gran Jack London en el año 1911. Una obra que atrae de inmediato al viajero. Las historias transcurren en islas paradisíacas de la Polinesia, ninguno de los personajes habla mucho de trabajo y las referencias sobre acreedores brillan por su ausencia. El cóctel perfecto de libertad, improductividad e irresponsabilidad con el que todo trotamundos sueña.
“A mí que me revisen”, dice desde el más allá Jack, quien para darle vida al libro se inspiró en un periplo que realizó durante dos años por el Pacífico sur. Por aquellas regiones recónditas, el oriundo de Estados Unidos imaginó sus relatos, que en total son ocho. “Siete me sonaba a corto, y nueve a largo”, explicó al momento de presentar el trabajo. “¿Y ocho?” preguntó un inocente periodista. “El lalala te abrocho”, fue la respuesta del bromista escritor, para delirio de la concurrencia.
Repaso a los cuentos
Los cuentos en cuestión describen el semblante de aquellas islas a principios del Siglo XX. “El diente de ballena”, nos habla de misioneros y caníbales en Fiji, “Las perlas de Parlay”, de fieros huracanes, y “El inevitable hombre blanco”, de la triste colonización. Con “Koolau el leproso” el autor se desvía un poco del tema, para rendirle homenaje a Bielsa y el Newell’s del 92.
Con todo, “Relatos de los mares del sur” es un canto a algunos de los tópicos preferidos de London. La eterna batalla entre el hombre y la naturaleza, y la supervivencia del más apto, son acaso los más recurrentes, y al mismo tiempo, los más trascendentales. Mucho drama, mucho conflicto intestino, y mucha deliberación sobre el poder de la madre Tierra para encender el espíritu del lector, y reflexionar sobre la fragilidad del ser humano. Sí, igualito a Coelho.